Juan Cruz Amirante, Head Office de Kroll, contó a InfoNegocios que el congreso está dirigido a todos los sujetos obligados que hoy por hoy están a la vanguardia en lo que es la prevención del lavado de dinero, tales como bancos, empresas de servicios financieros, casas de cambio, asesores de inversión, entre otros. “El hecho de saber cómo prevenir este tipo de delitos, resulta importante e imprescindible no solo para Uruguay -que no escapa de la realidad-, sino para toda la región”, comentó.
La temática estará centrada en casos recientes de corrupción, transparencia fiscal en Uruguay y actualización de las últimas tendencias a nivel local y regional. Para esto, la jornada contará con expositores uruguayos, argentinos, peruanos y brasileños, habrá un panel conformado por miembros del Estado y participarán autoridades del Banco Central del Uruguay -específicamente de la Unidad de Información y Análisis Financiero-. Al respecto Amirante manifestó: “es muy importante que el sujeto obligado sepa qué es lo que piensa el regulador y vea cuál es su óptica”.
Según Amirante, en Uruguay son más de 10.000 los sujetos obligados a avisar al BCU ante alguna sospecha en las operaciones que realizan y la tendencia es que ese número vaya en aumento, poniendo el foco sobre todo en escribanos, contadores y abogados. Según datos del diario El País, el año pasado se registró un aumento del 32% en los Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS) que se denunciaron ante la UIAF. “Eso recalca que Uruguay está trabajando en la temática mucho mejor que otros países. Que suba la cantidad de ROS no me asusta, me asustaría que bajaran”, expresó Amirante.
El Head Office de Kroll, confesó que sus años de experiencia en el mercado lo han llevado a afirmar que Uruguay es uno de los países que tiene una normativa de las más fuertes, un regulador de los más experimentados, y uno de los países que mejor trabaja la temática de la prevención del lavado de activos y el financiamiento del terrorismo.
“Un claro ejemplo de esto es el enfoque basado en riesgos que Uruguay implementa desde hace diez años, donde los sujetos obligados pre califican al cliente de acuerdo a la exposición que tienen al lavado de dinero. Es decir, a la hora de abrir una cuenta en una entidad financiera no es lo mismo un contador de una consultora extranjera, que el almacenero de la esquina. Ese control permite una mayor eficiencia en la prevención del lavado de activos y Uruguay lleva la delantera”, explicó.
Sin embargo, en la normativa uruguaya aún hay algunos “baches” y aspectos a modificar, como por ejemplo que se incluya la evasión impositiva dentro del país como delito precedente. Hasta el momento, Uruguay no establece como delito precedente la evasión impositiva de clientes extranjeros, para Amirante esa es una falla ya que es “bien sabido” que la plaza financiera uruguaya tiene un importante porcentaje de clientes extranjeros.
En cuanto a los últimos casos de corrupción -o de sospechas-, que involucraron a Uruguay tales como Cambio Nelson, operaciones en Ancap o los turbios orígenes del financiamiento de los partidos políticos, Amirante expresó que hay que cuidar esos “casos chicos” porque si bien no se comparan con los problemas de Brasil o Argentina, son los que al final del día generan una mala reputación.