¿Es posible satisfacer a todos los consumidores?
Hace unos días, la Cámara de la Vestimenta del Uruguay advirtió que la iniciativa que obligará a las tiendas de ropa a disponer de todos los talles atenta con la libertad de comercio y podría desajustar la ecuación de muchas empresas, sobre todo los pequeños comercios. Es una razón atendible porque es muy difícil dejar conformes a todos los consumidores. La ley a estudio establece que las tiendas tienen que tener todos los talles y modelos que correspondan a características antropométricas de la población, lo cual es imposible porque somos todos distintos. Sobre el particular se nos ocurre, que ya que no existe una norma para la confección de ropa, y lo que para uno es P, S o G para otro es 1, 2 y 3, una primera medida podría ser empezar a normalizar esa situación. Y otra es que quizás podría haber una oportunidad para aquellos que se especialicen en talles especiales y hagan ropa con onda para los pasados de kilos, para que nadie se sienta discriminado.