Si se alcanza la cantidad mínima, el show se confirma y comienza la venta tradicional de las entradas. En caso de que la venta de entradas se agote, los fans que ayudaron a financiar el show reciben como contrapartida su entrada gratis.
El proyecto, que en Estados Unidos se llama We Demand, fue reconocido en el TechCruch Disrupt realizado en setiembre pasado en San Francisco. Se lanzó en noviembre de 2012 y ya promociona dos presentaciones de la banda BadBadNotGood, una en Boston y otra en Nueva York, ésta última agotó al toque las entradas.
El crowdsourcing llegó a los conciertos: los fans se transforman en productores
En Brasil, un grupo de amigos creó Queremos, una plataforma en la que los fanáticos eligen qué bandas o músicos llevar a su ciudad, triangulando sus aspiraciones con artistas y productores. La mecánica es así: comprando una entrada en la plataforma, que es más barata que en otro lado, el fan ayuda a financiar el show, garantizando un mínimo de entradas necesarias para confirmar el concierto en su ciudad. Si la cantidad no se alcanza no hay show y se les devuelve la plata. El modelo ya lo llevaron a Estados Unidos y quieren internacionalizarlo.
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