Raly Barrionuevo es, sin lugar a dudas, un artista excepcional de su tiempo. Su transigencia lo llevó a transitar diversos senderos, compartiendo experiencias y la música con artistas de todos los géneros y latitudes.
Ya desde su primer disco, “El principio del final”, grabado en 1995, el artista trabajaría con invitados como Peteco Carabajal, Víctor Heredia y el Dúo Coplanacu.
En su camino de autogestión, gozando de la independencia artística y en la búsqueda permanente de nuevos rumbos, Barrionuevo encuentra el bagaje del que surgen nuevas canciones.
La música que escucha en su casa y las obras de sus 15 discos son parte de los conciertos únicos y entrañables que el trovador brinda, concretando así sus anhelos e ilusión: compartir amorosamente la música.
“Comencé hace muchos años siendo un muchacho con una guitarra y un puñadito de canciones; y es lo que sigo haciendo de alguna manera u otra. Esta etapa que ha comenzado ahora, de cantar solo, es muy importante para mí. Me he estado preparando muchos años para disfrutar de otra manera la música... Armo listas de canciones y hago otras. Dejo que suceda, cada concierto serán las canciones que vayan surgiendo”, dice el artista.
Así, a solas y sin libreto, pero con los lápices indicados para escribir o dibujar, el cantante y compositor santiagueño vendrá el próximo 8 de agosto a la Sala Zitarrosa a dejarse inspirar por el momento.