Según explicó Karl-Otto König, embajador de la Unión Europea, “además de un acuerdo comercial, es un tratado que integra derechos humanos, protección a la naturaleza y desarrollo sustentable con protección social”.
El tratado incluye una serie de beneficios arancelarios, el acceso preferencial a través de cuotas en productos agrícolas, como, por ejemplo, carne y azúcar, entre otros. Implica también la concesión de largos plazos al sector industrial con respecto a los aranceles.
Según informó Presidencia, la implementación se dará de forma gradual, lo que garantizará un tiempo de adaptación para cada economía. El tratado se encuentra en etapa de acuerdo de principios, que serán la guía del rubro comercial.