La firma uruguaya ADP-Agronegocios del Plata, proveedora de alimentos, energía y conocimientos, incorporó de la firma estadounidense Stine, líder en la industria semillera, la comercialización de maíz a su cartera de productos, incluyendo soja, trigo, canola, avena y sorgo.
“La evolución ha sido muy buena. Hemos integrado los equipos de trabajo de las empresas, nos enfocamos en qué necesita Uruguay y en las opciones disponibles en Stine, y desarrollamos un plan de futuro para la oferta de genética dirigida a los productores uruguayos tanto en soja como en maíz”, señaló Marcos Guigou, director ejecutivo de ADP-Agronegocios del Plata.
La alianza despierta interés para los productores, ya que según Guigou “quieren ver resultados, probar en ciertas áreas y confirmar el gran potencial productivo, que se acompaña con los últimos avances en biotecnología para la protección de insectos y tolerancia a herbicidas, además de una gran sanidad”.
Para Stine la experiencia “ha sido muy positiva, con definiciones acertadas y un continuo diálogo abierto, siembre buscando el beneficio de ambos lados”, comentó Ignacio Rosasco, director de la compañía.
Las expectativas sobre el mercado uruguayo eran muy buenas y se cumplieron a raíz de la adopción de la tecnología que utilizan los híbridos de Stine, siendo el objetivo alcanzar este año una cuota de mercado del 10% en maíz.
También se incorporó la comercialización de la soja, con el desarrollo de variedades adaptadas a las necesidades de los productores uruguayos, con tecnología Elist E3, Conkesta Enlist y la gran base genética de Stine.
Sobre este mercado, Rosasco dijo que a la empresa le sorprendió el alto nivel de legalidad en semillas y la concentración de una sola marca, que potencia aún más las posibilidades de acceso.
En cuanto a las expectativas para esta siembra, Guigou sostuvo que desde ADP-Agronegocios del Plata quieren proponer “soluciones de alto impacto para el productor, y eso implica acompañar esta genética excepcional”.
En la región maicera de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, hay un aumento en la demanda de semillas.
“La población mundial es cada vez mayor, por lo que la necesidad del grano de maíz y todos sus subproductos va a ser producida en gran medida en esta región”, explicó Rosasco.
A su vez, la elaboración de bioenergía a partir de grano también ha tenido un crecimiento exponencial.
“Creemos que la demanda de maíz va a aumentar, y nosotros vamos a ser protagonistas en esta historia, por nuestro gran trabajo, genética y tecnología”, resumió Guigou.