Las fuertes lluvias de diciembre 2018 y enero 2019 generaron grandes pérdidas en el sector agropecuario. Se registraron más de 1.200 denuncias en ese período por cultivos afectados.
En respuesta a esta problemática, que condiciona la productividad a nivel país, el BSE decidió incorporar nuevas herramientas que permitan evaluar los daños y repararlos.
Se compraron drones para hacer inspecciones forestales que permitan tener mejor conocimiento de las consecuencias de los eventos climáticos. Sumado a esto, se está trabajando para hacer más rápidos los trámites de cobro de las indemnizaciones y más eficiente el trabajo de los tasadores.
Estas acciones, de aplicarse correctamente, pueden impactar en la producción y mejorar la rentabilidad de los cultivos, a pesar de las lluvias o sequías.