Brasil recibió con su infaltable “rincón de la caipirinha”.
En la antesala del stand de Brasil en la Expo Prado, no podía faltar la caipirinha. Según nos comentaron en una de las “barras” en la que se vendía el trago a 35 pesos, cada día se consumían entre 15 y 20 botellas. También se las arreglaron para tener las limas, imprescindibles para preparar una auténtica caipirinha, pero a la módica suma de 1.300 pesos el cajón. El azúcar, según nos contaron, era uruguayo.
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