¿Qué es Basta Spirit y cómo surge?
Es una empresa que desarrolla, produce y vende bebidas. En su momento identificamos que si bien la grappamiel es la bebida más identificada con nuestra cultura, no había una versión que pudiese ser exportable para estar en la barra de un bar de cualquier parte del mundo. Teníamos expresiones más básicas de ese licor que costaban en el entorno de los $200, por lo que casi que terminamos creando una nueva categoría (con Rosa Negra).
¿Cuánto tiempo pasó hasta que también incursionaron en el negocio del vermut?
Al año. El vermut era algo que teníamos en mente desde el inicio y, si bien arrancamos con la grappamiel, sabíamos que el siguiente producto iba a ser el vermut. Es un producto que a todos nos gusta tomarlo y además, como está relacionado al vino y uno de nuestros socios tiene bodega familiar, ya teníamos el proyecto de desarrollar algo.
¿Qué capacidad tienen de producción?
En el 2022 vendimos unas 30 mil botellas entre las dos marcas y el plan para este año es duplicar esa cantidad. Esto incluye el crecimiento del mercado interno y los desembarcos en nuevos mercados. Sabemos que la capacidad actual la podemos escalar muchas veces todavía.
¿Qué clase de infraestructura se necesita para fabricar esta clase de bebidas?
En el caso de Rosa Negra se necesitan elementos de destilación, como los llamados alambiques. Después es, básicamente, líquidos que se mezclan en tanques de acero inoxidable como los de la cerveza. Empezamos con lotes de 1000 litros, pasamos a 2000 y hoy estamos haciendo lotes de 4000 litros.
En el caso del Vermut Flores es más parecido a la elaboración del vino, no tiene ningún proceso de destilación, sino que es un vino con botánicos. Se infusionan botánicos en alcohol y se obtiene una solución de alcohol y agua con extractos de botánicos, que después se mezclan con el vino.
¿Cómo ha recibido el mercado uruguayo tanto a Rosa Negra como a Vermut Flores?
Creemos que lo ha recibido súper bien. Rosa Negra se transformó en un objeto de regalo, para llevar afuera, para mostrarle a turistas, se vende muy bien en el freeshop del aeropuerto y, además, contribuyó al desarrollo de una identidad coctelera. En ese sentido la recepción fue muy buena y en cuanto a ventas superó ampliamente lo que nosotros esperábamos.
En el caso del vermut es un poco distinto porque si bien no es nuestro licor nacional, es una tendencia en todo el mundo. Hace unos meses atrás salió un artículo en una revista inglesa que hablaba sobre el vermut y sobre cómo ha crecido el consumo en todo el mundo. Creo que en el caso de Flores encontró un lugar en medio de una tendencia y el tener raíces uruguayas ayuda a que la gente lo acepte y lo incorpore.
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