En 2021, en plena pandemia, un joven artiguense de 23 años decidió emprender en un rubro poco explorado en Uruguay: el marketing olfativo. Hoy, con 27 años y más de 300 clientes en distintos departamentos, Santiago Parentini dirige Aroma Company, una firma que ayuda a empresas, locales comerciales, hoteles y oficinas a diferenciarse a través de la experiencia sensorial del olfato.
Parentini llegó a Montevideo con 18 años para estudiar Medicina, carrera que cursó durante cinco años antes de abandonarla. “No me veía estando ahí”, recuerda. Luego ingresó a Administración de Empresas y, mientras buscaba una idea de negocio, descubrió el potencial del marketing olfativo. La inversión inicial fue de unos 10.000 dólares, destinados a importar los primeros equipos y fragancias.
Aroma Company se dedica a brindar un servicio integral de aromatización profesional mediante equipos en comodato (préstamo), sin necesidad de que el cliente compre los dispositivos. La firma se encarga de la instalación, recarga de aceites esenciales y mantenimiento.
Los equipos funcionan con micro difusión, tecnología que permite una cobertura más amplia y homogénea que los tradicionales aerosoles o difusores a pila. “Queríamos ofrecer una solución distinta, más eficiente y también más amigable con el medio ambiente”, explica Parentini.
El servicio parte de $1.400 mensuales IVA incluido para locales de hasta 150 m² e incluye todo: equipo, fragancias importadas y reposición. Existen también dispositivos de mayor capacidad, capaces de abarcar hasta 1.000 m², pensados para grandes superficies como hoteles, gimnasios o concesionarias.
El diferencial no es solo técnico. Parentini subraya que la selección de fragancias se realiza en función de cada rubro y se apoya en estudios de neurociencia del olfato. “Un aroma inadecuado puede ser contraproducente. Hay fragancias que funcionan mejor en oficinas para mejorar la productividad, otras que ayudan a que el cliente permanezca más tiempo en un local y, en consecuencia, aumenten las ventas”, señala.
De hecho, algunos estudios citados por el empresario muestran que la permanencia del cliente en una tienda puede crecer más de 30% con aromatización profesional, lo que se traduce en mayores ingresos para el comercio.
En apenas cuatro años, la empresa alcanzó más de 300 clientes distribuidos en Montevideo, Maldonado, Canelones, Colonia y Artigas, con fuerte presencia en gimnasios, tiendas de indumentaria, oficinas, hoteles e inmobiliarias. Entre sus clientes corporativos se encuentran también compañías de call centers y servicios financieros.
El crecimiento más fuerte se dio en el último año, tras diversificar proveedores internacionales de fragancias. “Eso nos permitió asegurar calidad, independencia y estabilidad en el servicio”, cuenta Parentini.
De cara al futuro, el plan de Aroma Company es expandirse hacia el interior del país, con representantes locales que atiendan la logística de instalación y recarga de los equipos. “El interior está poco desarrollado todavía en este rubro. Ahí vemos una gran oportunidad”, afirma su fundador.
Lo que comenzó como una apuesta personal se transformó en una empresa en expansión que convirtió al olfato en un aliado estratégico para marcas y empresas. “Cada local tiene su imagen, su sonido y también debería tener su identidad olfativa. Esa es la experiencia completa que queremos ayudar a construir”, resume Parentini.
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