A pesar de ese optimismo, la incertidumbre y tensión se mantienen y hacen más importante la claridad en la visión de los CEOs sobre un tema clave como la gestión de personas. En este sentido, algunos de los aspectos que ocupan a los CEOs son:
- Priorizar el desarrollo de capacidades relacionadas con la ciberseguridad, la generación de confianza y la medición y gestión de la descarbonización. Cuando los líderes se esfuerzan por reinventar el lugar que ocupan sus organizaciones en el mundo y manejan una gama cada vez más amplia de prioridades contrapuestas, la mentalidad de crecimiento, empatía y disposición para aceptar el debate y la discrepancia se tornan más importantes que nunca.
- El liderazgo necesario para dominar la falta de equilibrio actual se presenta en distintas formas y tamaños. En ocasiones implica contrataciones externas y líderes emergentes de diversos grupos de talentos para complementar las habilidades y redefinir la conversación. La planificación de la sucesión es un área donde los líderes y directores pueden desafiarse a sí mismos de inmediato para comenzar a crear el futuro que aspiran.
- La fuerte asociación entre incentivos, compromisos Net Zero y otros resultados no financieros sugiere que es hora de que los directorios y los equipos gerenciales analicen detenidamente el ajuste entre las prioridades que quieren impulsar, los sistemas de gestión del desempeño que tienen implementados y su vinculación con los sistemas de compensación total.
Y todo lo anterior sin dejar de reflexionar sobre la propuesta de valor para los empleados, en un mundo en donde el fenómeno del “great resignation” hace que sea más desafiante la gestión de personas.
Por:
Rossana Grosso, directora de Gestión Humana de PwC Uruguay.
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