La inteligencia artificial (IA) se perfila como un motor clave del crecimiento económico global. Según el informe “Value in Motion” de PwC, la adopción de esta tecnología podría incrementar el PIB mundial hasta un 15% para 2035, un impulso comparable al de la Revolución Industrial. Este crecimiento, sin embargo, no está garantizado: dependerá de una implementación responsable, con gobernanza clara y la confianza de la sociedad.
El estudio destaca que la economía global atraviesa una transformación acelerada, con una presión sin precedentes para que las empresas se reinventen. En 2025, se estima que 7,1 billones de dólares en ingresos podrían cambiar de manos entre compañías, reflejando una reconfiguración profunda de los sectores económicos.
PwC plantea distintos escenarios: en uno optimista, la IA impulsa un crecimiento del 15%; en otro más moderado, del 8%; y en el más pesimista, apenas un 1%. La clave estará en la colaboración entre sectores, la inversión en capacidades tecnológicas y la creación de nuevos espacios económicos que respondan mejor a las necesidades humanas.
La IA no solo representa una oportunidad tecnológica, sino también un desafío estratégico y ético. Su impacto dependerá de cómo gobiernos, empresas y ciudadanos gestionen su integración en la vida cotidiana.
Por: Roberto Cruz, socio de PwC Argentina responsable de la práctica de IA e Innovación Digital para Argentina y Uruguay.
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