Fuente: Tendencias21
La edad y el sexo juegan un papel fundamental en la respuesta al estrés, señala un estudio realizado por la Universidad de Montreal, Canadá, con 199 personas de entre 20 y 64 años. Los resultados de la investigación demostraron que a las mujeres que estaban más a la defensiva, o pendientes de los juicios de otros sobre ellas, les subía la presión sanguínea y se les aceleraba el pulso. En los hombres mayores, una actitud defensiva baja se asoció con un incremento de la presión sanguínea sistólica y niveles más altos de cortisona en la saliva.
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