Uruguay comenzó a exportar carne bovina madurada y desosada a Japón en febrero del corriente año. Luego de 9 años de negociaciones y bajo estrictos controles sanitarios, la carne uruguaya logró llegar a ese mercado. Durante el 2018 el país nipón importó alimentos por un valor de US$ 62.509 millones y las importaciones de carne alcanzaron en el mismo año los US$ 13.199 millones, lo que revela la importancia de dicho mercado. Mientras que las exportaciones desde Japón a Uruguay pasaron de US$ 36.879.793 en 2016 a US$ 45.633.952 en el 2018. Sin embargo esto ocurre en el marco del comercio entre Japón y el Mercosur, cuyas importaciones superaron los US$ 7.500 millones en 2016. Dentro de estos bienes, solo tres representan más del 50% del total; los minerales, los cereales y la carne.
Según representantes del estudio Andersen Tax & Legal; “El convenio persigue dos objetivos fundamentales: eliminar la doble imposición, el caso más representativo de doble imposición se da cuando el país de origen de la renta grava con criterio de fuente (Uruguay) y el país de destino aplica el criterio de la residencia o renta mundial (Japón); y habilitar el intercambio de información tributaria entre los países”. Según señalaron los expertos, las rentas obtenidas por rendimiento capital inmobiliario son sometidas a tributación en el país en donde esté situado el bien. Las rentas obtenidas en la enajenación de participaciones patrimoniales se gravan solo en el país de residencia del enajenante. En el caso de ingresos por dividendos, los mismos se pueden someter a renta tanto en el país de la residencia de la entidad como en el país de residencia del beneficiario del mismo.
Por otro lado también los intereses y regalías se gravan en ambos países pero la tasa máxima que se puede aplicar es de un 10%. Para estos casos en Uruguay la tasa es del 12%,por lo que existe una reducción en el impuesto que aplica en Uruguay.
El objetivo -según los analistas- de este convenio entre Uruguay y Japón, busca regular la potestad tributaria en transacciones que se den entre residentes de dichos países; con ello se favorece a empresas que tienen presencia en los dos lados. Un caso claro, es el principal frigorífico uruguayo Breeders & Packers Uruguay S.A., propiedad del grupo japonés NH Foods. Este último representa el 20% del mercado japonés de carne vacuna.
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