Sin duda la existencia de esta app es –más allá de la crisis generada por el COVID-19– crucial para un sector como el de la industria gráfica y editorial, que desde hace tiempo viene atravesando muchas dificultades para sobrevivir ante el avance de la tecnología y los productos digitales.
“De algún modo FrameALIVE es un salvavidas del papel impreso”, dijo Diego Piuma a InfoNegocios, agregando que si bien la app surgió primero como una plataforma para fotógrafos, inmediatamente encontró una pata comercial en el sector editorial.
“Durante más de 20 años me dediqué a la fotografía. Como trabajé mucho para eventos y casamientos, realizando álbumes y videos, en un momento se me ocurrió unificar dos mundos. Fue así que surgió esta herramienta con la que podía contar las mismas historias, pero desde la combinación de la imagen impresa y la audiovisual”, contó el director de FrameALIVE.
Desde esta perspectiva, Piuma entendió que también servía para reactivar un amplio sector como el gráfico, desde revistas a libros, pasando por catálogos, packaging y juegos. Según contó a InfoNegocios, ahora está terminando el diseño de unos audiovisuales para unos alfajores que tienen contenido FrameALIVE, así como también entregando la última actualización para los álbumes de figuritas de fútbol de Panini en Bégica, para la Belgian First Division A.
“A nivel local ahora estamos trabajando con casi 20 revistas, como Nutriguía, Motortop, Doble Altura Deco, la revista VOS de Tres Cruces, NudaProp, Joy; también para libros, para las universidades ORT y UM. Es un trabajo muy interesante que permite unir tres mundos: el papel, el audiovisual e internet”, remarcó Piuma.
Esta innovadora app, que permite darle vida a las fotos sin necesidad de códigos ni vínculos, se descarga gratuitamente –en celulares– para quien quiera leer cualquiera de los productos. En el caso de la empresa que contrate el servicio, Piuma puntualizó que hay distintos paquetes y suscripciones, dependiendo cuántos FrameALIVE se adquieran, por ejemplo, para 1 que permite 100 vistas en el mes el valor es de US$ 8, pero para un caso más profesional, de 120 FrameALIVEs para 1.000 vistas mensuales es de US$ 190.
“En el caso de libros, revistas y catálogos podemos hablar de un promedio de US$ 135. En este caso, incluso la herramienta permite con un call to action hacer un canal interactivo para e-commerce”, remarcó Piuma, agregando que en este sentido no solo se puede comercializar un producto, evento, curso o lo que sea, “sino que también es una estrategia para que las revistas puedan recuperar anunciantes”.
Otra ventaja para el sector editorial es que FrameALIVE permite une medición de lectura de los contenidos, “algo que en el papel no existe, ni siquiera por los tirajes, pero con esta app sí, porque te marca si una página con FrameALIVE se escaneó una o diez o cien o mil veces, porque se trata de una comunicación uno a uno”.
Si bien uno puede pensar que FrameALIVE tiene un competidor con mucha más trayectoria tecnológica, como los códigos QR, Piuma dice que los mismos “han tenido mala experiencia y llevan al usuario a videos de YouTube, que luego por similitud de contenido van entrando a tu celular sin escaneos”.
En suma, en pleno siglo XXI, cuando la continuidad del papel para muchos productos parecería ir hacia la extinción, FrameALIVE surge como un salvavidas en un mar de aguas digitales.
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