¿Qué fue primero: el mayor interés por la gastronomía por parte de los uruguayos o la aparición de los realities culinarios en la televisión? Para Bizzozero es como preguntarse si fue primero el huevo o la gallina, pero lo que sí afirma es que en los últimos años ha habido un boom en nuestro país, no solo en cuanto al hecho de que cada vez más personas se vuelcan a los institutos de gastronomía, sino también en cuanto al afloramiento de las más diversas propuestas.
“En Gato Dumas tenemos por año 500 alumnos de carrera, 600 de cursos cortos y otros 100 que van en búsqueda de certificados básicos”, nos comenta la directora del colegio. “De esta manera, nosotros en cierta forma aceleramos el proceso de ‘gourmetización’”, añade. Es que desde el 2004 —cuando comenzaron a dictarse los cursos en Gato Dumas —a la fecha, hay una mayor disponibilidad de utensilios, una oferta más amplia de materia prima, han aparecido los foodtrucks en ferias gastronómicas y los viajes temáticos de gastronomía, así como los blogs y redes sociales vinculados a lo culinario. “Hay una tendencia creciente a buscar opciones gourmet: cervezas artesanales, cafés, tés y, por ejemplo, aceite de oliva extra virgen nacional, cuyo consumo en cinco años creció del 10% al 70%”, explica Bizzozero.
Según piensa la directora de Gato Dumas, el colegio fue instalado justo en un momento en el que en todo el mundo había una suerte de boom de la gastronomía y el turismo, dos socios muy cercanos. “Creo que gracias a eso y a nuestra calidad de la enseñanza hubo un antes y un después en Uruguay. Creo que al tener tanta gente por año, el uruguayo está demandando gastronomía de calidad y precisamente eso es lo se está ofreciendo hoy en día”, finaliza.
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