Se estima que en Uruguay se cultivan unas 140 hectáreas de frutillas. Aproximadamente la mitad de la producción está en Salto y la otra mitad en San José, especialmente en las localidades de Colonia Wilson, Libertad y Colonia Galland. Desde el otoño hasta la primavera Salto es la principal zona que abastece el mercado interno y que ingresa al mercado modelo. La zona productiva del sur del país ofrece su producción desde septiembre hasta abril. Octubre y noviembre son los meses pico de las frutillas, no solo por la cosecha del sur sino porque conviven frutillas de ambas zonas. Así, el precio de la fruta baja y un gran porcentaje es procesada y vendida para uso industrial.
La inversión necesaria por cada hectárea cultivada desde su principio al fin de la cosecha es de US$ 30.000 (entre fertilizantes, remedios, cuidados) y la ganancia neta está en el entorno de los US$ 6.000 aunque esto es variable y frágil y va en función de los precios y de las importaciones de la fruta. “El rendimiento esperado para este año se estima que pueda rondar los 40 a 50 mil kilos por hectárea”, según el último informe de observatorio granjero. “La frutilla fresca es muy perecedera”, explicó a InfoNegocios Julio Peisino, fundador de Don Haroldo SRL, una empresa familiar que produce y comercializa frutillas desde hace más de 30 años. Así, el precio de la fruta puede cambiar varias veces en el mismo día y puede valer desde $30 el quilo a $100. Si no se vende y se consume rápidamente, hay que tirarla o venderla para uso industrial.
Entre las propias y las de otros productores Don Haroldo SRL llega a vender unas 20 hectáreas de frutillas anuales, no solo en el mercado modelo donde vende la gran mayoría sino también para uso industrial como heladerías, fabricantes de yogures y también a supermercados como Ta- Ta y Tienda Inglesa o fabricantes de mermeladas como Los Nietitos.
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