Hoy más que nunca, las organizaciones que logran sostenerse y crecer comparten una característica: han puesto el aprendizaje continuo en el centro de su estrategia.
El Foro Económico Mundial lo confirma en su Future of Jobs Report 2023:
- 23 % de los puestos de trabajo cambiarán drásticamente de aquí a 2027.
- El 44 % de las habilidades básicas de los trabajadores deberá actualizarse en los próximos 5 años.
- Las organizaciones que priorizan el reskilling y el upskilling tienen más posibilidades de adaptarse con éxito al impacto de la inteligencia artificial y la automatización. (Fuente: WEF Future of Jobs Report 2023)
Por su parte, McKinsey & Company (2023) destaca que:
- 66 % de las empresas a nivel global priorizan el reskilling para cerrar brechas frente a la automatización y la transformación digital.
- El reskilling es visto como la respuesta más efectiva, incluso por encima de la contratación de nuevos talentos. (Fuente: McKinsey, 2023)
- Aunque los datos no son específicos de Uruguay, reflejan un desafío que también impacta en nuestra región y que muchas empresas locales ya están empezando a enfrentar.
Señales de alerta: síntomas que no podemos ignorar
¿Cómo saber si es hora de actuar?
Estos son algunos síntomas que pueden estar indicando que tu organización necesita fortalecer su cultura de aprendizaje:
-
Las nuevas tecnologías llegan, pero los equipos las adoptan con lentitud o resistencia.
-
Se estanca la innovación: se sigue haciendo “como siempre se hizo”.
-
Se pierden oportunidades de negocio por falta de habilidades clave.
-
Aumenta la rotación: el talento busca crecer y no encuentra cómo hacerlo dentro.
Estos signos son el reflejo de una brecha cada vez más difícil de ocultar: la necesidad de aprender constantemente para seguir siendo relevantes.
¿Por qué no siempre se promueve el aprendizaje continuo?
Aunque el aprendizaje constante es clave, en Uruguay y la región aún persisten barreras:
- Foco en lo operativo: Muchos líderes están absorbidos por las urgencias del día a día y no logran dedicar tiempo ni recursos a planificar el desarrollo de sus equipos.
- Percepción del aprendizaje como responsabilidad individual: Parte del empresariado (sobre todo en PyMEs) sigue viendo la capacitación como un esfuerzo del trabajador, no como un compromiso de la organización.
- Desconocimiento de apoyos disponibles: Programas como los de INEFOP suelen estar subutilizados por falta de información o de tiempo para gestionarlos.
- Temor a “formar para que se vayan”: El viejo mito de que invertir en desarrollo es un riesgo porque el talento capacitado se irá a la competencia aún limita muchas iniciativas.
¿Cómo empezar a transformar?
El reskilling y el upskilling no son solo cursos, son parte de un cambio cultural que implica:
-
Diseñar rutas de desarrollo que conecten el propósito de la empresa con el de las personas.
-
Crear el tiempo y el espacio para aprender dentro de la jornada laboral.
-
Reconocer y celebrar el aprendizaje como logro estratégico.
-
Liderar con el ejemplo: mostrar curiosidad y compromiso con el propio crecimiento.
En un mundo donde la tecnología y el mercado se mueven rápido, el mayor riesgo no es equivocarse, sino quedarse quieto.
¿Qué estás haciendo hoy para que el aprendizaje continuo sea parte del ADN de tu empresa?
Referencias:
Tu opinión enriquece este artículo: