En 2024 las exportaciones alcanzaron un valor de 12.957 millones de dólares, marcando el segundo registro más alto de la última década y una recuperación total de las exportaciones tras la sequía de 2023. Esta reactivación del comercio exterior, según analizan desde Uruguay XXI, estuvo marcada por el crecimiento en las exportaciones de celulosa y soja. De hecho, la soja experimentó un alza de casi 200% en valor, en parte como efecto rebote tras la sequía de 2023 que, lógicamente, afectó los cultivos de verano.
Un dato histórico de 2024, lo dijimos en más de una ocasión en InfoNegocios, fue que por primera vez la celulosa lideró el ranking de productos exportados, desplazando a la carne bovina. Esto se debió tanto al incremento en los precios internacionales como a un mayor volumen de ventas, impulsado por la operativa de UPM Paso de los Toros. ¿Qué pasó con la carne bovina? El registro de su leve caída tuvo que ver con que el aumento de precios no compensó la menor demanda externa.
En el sector industrial, la exportación de automóviles se destacó con un crecimiento de 36% en valor, consolidándose como uno de los segmentos más dinámicos. Los productos farmacéuticos mantuvieron su tendencia alcista superior al 13%, mientras que el concentrado de bebidas avanzó 7%. Este desempeño positivo en diversas ramas industriales fortaleció la recuperación del comercio exterior, complementando el crecimiento de los productos agroindustriales.
Así cerró 2024, pero todo lo dicho hasta aquí podría entenderse también como punto de partida, entonces qué podría esperarse de las exportaciones para 2025. Según los expertos en el tema, la comercialización de bienes de Uruguay fuera de fronteras mostrarán una consolidación en torno a los valores de 2024 y su crecimiento será moderado: 2% en términos de valor.
¿Qué determinará esto? A diferencia de 2024, cuando los factores coyunturales como la recuperación agrícola tras la sequía impulsaron el comercio exterior, en 2025 el desempeño exportador lo marcará la estabilidad en los sectores agroindustriales y forestales. Es decir, entre los principales productos de exportación sin duda la celulosa será uno, ya que en 2024 alcanzaron un máximo histórico con 4,2 millones de toneladas. Este crecimiento consolidó al país como uno de los principales exportadores globales, ubicándose detrás de Brasil, Estados Unidos, Indonesia, Canadá y Finlandia.
“Para 2025 –señala un estudio de Uruguay XXI– se prevé una nueva expansión en la producción, que alcanzaría 4,7 millones de toneladas, 13% más que en 2024. No obstante, este incremento en volumen estará atenuado por un contexto de precios a la baja. En particular, durante la primera mitad del año, se espera que el precio de la celulosa se ubique por debajo de los valores de 2024, debido principalmente a un aumento en la oferta global, tras el comienzo de la operación de la planta Ribas do Rio Pardo en Brasil, que sumará 2,6 millones de toneladas al mercado y que demorará en ser absorbida por la demanda”.
En este escenario, se prevé entonces que en 2025 las exportaciones de celulosa totalicen los 2.750 millones de dólares.
¿Y las vaquitas en qué lugar quedan? Según los análisis, volverán a ponerse en el segundo lugar, fundamentalmente gracias a la consolidación de altos precios de exportación, ya que a nivel internacional se espera que la producción mundial de carne experimente una leve reducción, con caídas en la producción de Estados Unidos, Brasil y la Unión Europea.
Este marco de menor oferta global generará para Uruguay nuevas oportunidades de exportación, especialmente hacia América del Norte, donde nuestro país ha ganado participación en los últimos años. En concreto, el mercado de exportación de carne bovina mostró un cambio en 2024, con una disminución en las ventas hacia China (-37%) y un aumento en las compras de Estados Unidos (71%) e Israel (90%).
Por último, en el top 3 de proyecciones de exportación, Uruguay se encamina a una de las mejores cosechas de soja en 2025, con una producción que podría superar los 3,3 millones de toneladas, siempre que las condiciones climáticas se mantengan favorables. A pesar de una leve reducción en el área sembrada, estimada en 1,2 millones de hectáreas, se prevé que los rendimientos alcancen 2,9 toneladas por hectárea, impulsando la producción total.
“En este escenario –según la agencia de promoción de inversiones, exportaciones e imagen país– las cotizaciones locales se sitúan entre U$S 350 y U$S 360 por tonelada, reflejando la presión bajista del mercado global. Con estos valores, se estima que las exportaciones uruguayas de soja en 2025 alcancen los U$S 1.158 millones”.
En suma, al impulso de la celulosa, la carne bovina y la soja, Uruguay se proyecta hacia el mundo con leve fuerza. Acompañarán esa subida de escalones los lácteos y los concentrados de bebidas, en cuarto y quinto lugar, con subas del 5% y 2%, respectivamente.
Completan el top 10 de proyecciones de exportación, el arroz (alcanzaría los U$S 563 millones), la madera (U$S 500 millones), los subproductos cárnicos (U$S 415 millones), la malta (U$S 283 millones) y otros producto de agro (U$S 1.331). En el caso del arroz y la madera las perspectivas son de crecimiento, del 3% y 15% respectivamente. En cambio, los tres productos restantes, si bien se cuelan en el ranking, sus proyecciones son a la baja, del 15%, 1% y 10%, respectivamente.
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