Sin duda el cambio hacia flotas eléctricas ofrece a las empresas ventajas económicas claras, pero antes de referirnos a eso, lo primero que hay que señalar es que Uruguay es líder en movilidad eléctrica en América Latina, sin esto no hay cambio posible.
Con 17,4 vehículos eléctricos por cada 10.000 habitantes, Uruguay es el segundo país de América Latina con mayor penetración de esta tecnología, solo por detrás de Costa Rica. ¿Por qué sucede esto? Políticas públicas claras, una matriz energética con base en fuentes renovables y un compromiso empresarial posicionan al país como referente en movilidad eléctrica.
En este escenario, el auge de los utilitarios eléctricos en el sector empresarial no iba a demorarse mucho. De hecho, el mercado de camiones y utilitarios eléctricos registró en 2024 un crecimiento destacado: se vendieron un total de 279 utilitarios y 52 camiones eléctricos. Grandes compañías de logística y distribución, como MercadoLibre, Grupo Bimbo y FedEx, comenzaron a integrar flotas eléctricas en sus operaciones regionales, impulsando la transición hacia una movilidad más eficiente y sostenible.
Desde la segunda mitad de 2024, la oferta de camiones eléctricos se expandió significativamente con la llegada de nuevas marcas y modelos, diversificando las opciones disponibles en el mercado. Estos avances no solo aumentaron las capacidades de carga y autonomía, sino que también fortalecieron la competitividad del sector frente a los vehículos a combustión.
“Hoy en día, los camiones eléctricos son mucho más rentables que sus equivalentes a combustión, incluso sin considerar los incentivos gubernamentales. Además, ofrecen múltiples ventajas operativas que a menudo pasan desapercibidas”, sostiene Guillermo Novelli Bonilla, director ejecutivo de Mobility, agregando que “es solo cuestión de tiempo para que el sector alcance tasas de crecimiento similares a las que experimentaron los autos eléctricos de pasajeros el año pasado”.
Mobility, empresa especializada en utilitarios electrificados, finalizó 2024 como el segundo mayor vendedor de camiones eléctricos y proyecta duplicar sus ventas para finales de 2025. Este crecimiento sostenido busca acelerar la adopción de esta tecnología entre las empresas locales, consolidando la movilidad sustentable como un estándar en el sector del transporte.
¿Pero qué ventajas económicas clara ofrece el cambio hacia flotas eléctricas? Buscando y comparando datos, se evidencia un ahorro en costos operativos, ya que un camión mediano que recorre 140 kilómetros diarios puede gastar hasta 800 dólares al mes en combustible fósil, mientras que un vehículo eléctrico requiere solo 50 dólares mensuales en electricidad, lo que permite amortizar la inversión inicial únicamente con el ahorro de combustible.
Otra ventaja es el mantenimiento reducido, dado que los vehículos eléctricos tienen menos piezas móviles que los de combustión interna, disminuyendo los costos de mantenimiento hasta en un 75%.
Otra ventaja no menor es tener un mayor valor de reventa, ya que la creciente demanda de vehículos eléctricos está impulsando su valor residual, beneficiando a quienes renuevan sus flotas con estos modelos.
Ahora bien, ¿el país apoya esto? Sí, hay incentivos fiscales y financieros para las empresas. De hecho, el gobierno uruguayo ha implementado diversas políticas para estimular la adopción de vehículos eléctricos que se traducen en ventajas directas para las empresas: exoneración del Impuesto Específico Interno (IMESI), que puede llegar hasta el 35% en vehículos de combustión; descuentos en la patente, reduciendo su costo a casi la mitad respecto a los vehículos convencionales; bonificación en seguros de hasta un 20% por parte del Banco de Seguros del Estado; y créditos verdes con tasas preferenciales otorgados por bancos privados en colaboración con el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM).
También está el Programa Subite Cargo, una iniciativa del MIEM, que ofrece un reembolso de 3.000 dólares por cada vehículo de carga eléctrico adquirido, con un tope de 10 vehículos por beneficiario. Además, brinda un reembolso del 20% del costo de los cargadores (SAVE), hasta 400 dólares por unidad.
Cabe remarcar que, en cuanto a infraestructura, la red de carga de vehículos eléctricos en Uruguay no deja de crecer, ya que UTE instaló 350 puntos de carga en todo el país, con al menos un punto cada 50 kilómetros, esperándose a que se sumen 25 puntos más en el primer trimestre de 2025. De estos, el 45% son de carga rápida, permitiendo recargar hasta el 80% de la batería en 20 minutos.
El futuro llegó, hace rato.
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