No había dónde estacionar, era imposible conseguir un refresco frío o un diario. El shopping estaba a full, había colas en los restaurantes, los cines la pegaron con buenos estrenos y los más escépticos se dieron cuenta de que tenían que apurar las obras para estar a tono con la afluencia de turistas que, si el tiempo ayuda, podría repetirse cada fin de semana desde ahora. El sábado se dio una vuelta por la fiesta de cumpleaños (de 15) del Conrad y se enteró que la inauguración de la temporada será con una megafiesta electrónica en El Jagüel (¿repetirá David Guetta?), que Roberto Giordano confirmó su desfile para el 5 de enero. Entre las novedades de marcas que podremos ver esta temporada, nos enteramos que BMW que siempre apostó a José Ignacio va a estar presente en un parador de la Brava.
Punta del Este tuvo su enero. Agotó bebidas frías y mostró colas en restaurantes. ¿Vuelve Guetta?
Ni hasta el más optimista podía prever la explosión de turistas durante el fin de semana pasado en Punta del Este, y muchos se esperanzaron sobre el futuro de la próxima temporada, o al menos de la primera quincena, donde se mostrarán otra vez y mucho los turistas brasileños. Algunos paradores decidieron abrir igual para no perderse este “enero” en noviembre y echaron mano a lo que tenían, según nos cuenta Ro Freda, nuestra “experta” en la movida puntaesteña, a quien le pedimos un rápido monitoreo de precios para ir haciendo “boca”. En I Marangatú (el parador de la 7 de la Mansa) unas miniaturas de pescado con ensalada te la cobran $ 325 (unos US$ 16) y una cervecita chica $ 90 (US$ 4.50). Los precios en el puerto están más o menos similares a los de paradores, aunque por Gorlero y la Av. Pedragosa Sierra la cosa varía mucho, encareciéndose hacia la zona de La Barra.
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