Tomando en cuenta que Pluna conectaba 16 destinos con 265 frecuencias semanales, a razón de 37 por día y suponiendo que la mitad fueran “partidas” con un promedio de ocupación del 80% (63 pasajeros), podríamos hablar de un movimiento diario de 1.165 pagadores de tasa de embarque. La tasa de embarque regional cuesta US$ 19 por lo que sólo de tasa de embarque el Aeropuerto pierde unos US$ 22.144 diarios (unos US$ 664.000 al mes). A esto habría que agregarle lo que dejan de percibir otros negocios del aeropuerto como el Duty Free o los restaurantes. Si estimamos que 1 de cada 5 pasajeros consumiera un combo Big Mac en el restaurante McDonald’s de la terminal aeroportuaria, la cadena se perdería de vender 233 combos a $ 162 (US$ 7,26) cada uno, estamos hablando de US$ 1.690 diarios (US$ 50.000 al mes). Luego de cancelar la totalidad de los vuelos por tiempo indeterminado y sin propuestas concretas sobre capitalización, el gobierno busca una salida lo más rápido posible. Mientras tanto, le otorgó a BQB (la compañía aérea de López Mena) las frecuencias de puente aéreo entre Montevideo y Buenos Aires.
Por cada día que Pluna no vuela el Aeropuerto de Carrasco pierde US$ 22.000 por tasas de embarque
Además de los más de 700 trabajadores que pasaron al seguro de paro, el peso que la situación tendrá en la imagen y consecuentemente en la actividad turística, la avalancha de juicios que se arrastran desde la fallida operativa con Varig, las deudas operativas y el pago que resta hacer por los primeros siete aviones, cada día que Pluna no vuele se generan otros perjuicios, como por ejemplo para el Aeropuerto Internacional de Carrasco ya que la compañía aérea era responsable de prácticamente el 60% de su operativa. A “vuelo de pájaro”, la terminal aeroportuaria dejaría de percibir unos US$ 22.000 diarios únicamente por ese concepto.
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