Ana Inés Santero es miembro de la familia cuya bodega lleva su apellido como nombre. Con orígenes en el año 1950, el vino de mesa fue la especialidad de la firma durante muchos años, en 1990 integraron la cooperativa de vinos llamada UVICAL (que luego dió quiebra a los 10 años aproximadamente) donde se lanzó en conjunto el vino que más se conoció en ese momento llamado 1990.
Con el pasar de los años, los clientes habituales, comenzaron a solicitar vinos finos, así fue que en 2011 se lanzó la producción de este tipo de bebidas (que son las únicas que se comercializan en la actualidad) con variedades como: Marselan, tannat, cabernet, “fuimos una de las primeras bodegas que hicimos marcelan que ahora está muy de moda porque se adaptó muy bien al suelo y dentro de los tintos es el que más vendemos”.
¿Cómo es la recepción de los vinos en los clientes?
Es muy buena. El año pasado y este se generó un mayor reconocimiento hacia nuestra bodega; tenemos un cierto público, clientes que nos eligen. Considero que la pandemia ayudó, no teníamos venta a domicilio, con la pandemia la comenzamos a implementar y ahora forma parte de nuestra logística.
¿En cuántos puntos de venta se los puede encontrar?
No estamos en grandes superficies, como una decisión por estar en lugares con los que nos sentimos más identificados como licorerías, tiendas especializadas.
Estamos presentes en 200 puntos en todo el país, a los cuales llegamos de forma directa a la mayoría.
La bodega según señaló Santero, está en la permanente búsqueda de generar variedades poco comunes o buscar innovar en un medio bastante superpoblado. Así fue que se llegó a la idea de generar un frizzante con sabor maracuyá.
¿Cómo se les ocurrió elaborar un frizzante de maracuyá?
Buscamos desde siempre cosas poco comunes, en este caso una variedad que no hay en otros lugares, cosas que son innovadoras y que también acercan a otro público.
Luego de muchas pruebas, encontramos la forma para poder agregarle el maracuyá, la cual implica adicionar la fruta congelada directamente en la botella y de esa manera no se vuelca con el gas. A esto se suma el de frutos del bosque; un vino rosado con moras, frambuesas y arándanos y hace tres años aproximadamente lanzamos el nativo que tiene guayabo y arándanos. El frizzante de maracuyá es el que más se vende por lejos, el de frutos del bosque se vende bastante también.
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