Con una inversión de US$ 2 millones, el complejo aspira a convertirse en un punto de referencia para residentes, turistas y el flujo constante de personas que circula por la zona. La iniciativa surge en un entorno que viene experimentando un crecimiento comercial exponencial y que, según quienes impulsan el proyecto, necesita nuevos espacios para atender una demanda que se multiplica cada temporada.
La ubicación es uno de los grandes diferenciales: Ruta 10 (Juan Díaz de Solís), a pasos del acceso a Punta Ballena para quienes llegan desde Montevideo.
De acuerdo con los desarrolladores inmobiliarios detrás del Parque de Solanas, la propuesta apunta a generar un fuerte impacto visual con una fachada completamente vidriada que se extiende por casi un centenar de metros.
Según el material del proyecto, esa estética moderna, sumada a la altura de los locales y las esquinas vidriadas, busca potenciar la visibilidad de cada marca y darle una identidad propia al conjunto.
En total, el complejo cuenta con 800 m² de superficie comercial, distribuidos en locales de entre 97,5 m² y 150 m², todos diseñados con frentes amplios y buena iluminación natural.
El valor de alquiler ronda los US$ 2.000 mensuales y, aun antes de su apertura oficial, ya hay varios espacios comprometidos, según revelaron desde la inmobiliaria Santos Dumont, que es la encargada de comercializalo. Entre ellos figuran un local de náutica, una cafetería y una pinturería, tres rubros que reflejan el perfil variado del público que se mueve por la zona y que necesitan servicios sin tener que desplazarse hacia el centro de Punta del Este.
En paralelo, el proyecto incluye un estacionamiento para unos 30 vehículos, un recurso que en temporada alta se vuelve decisivo para atraer clientes.
Tu opinión enriquece este artículo: