Este es un concepto que propone el alquiler de cocinas profesionales a personas o empresas, por un mínimo de dos meses, entre unos US$ 900 y US$ 1000 por mes, más el 5% de comisiones de ventas.
En realidad, Blimp ofrece más que hornallas, mesadas o heladeras: además del hardware, también aporta el software, como sistemas de administración y control, uno de los puntos sensibles y más débiles de los establecimientos del mundo gastronómico.
El primero de los 12 Blimp empezará a funcionar en junio, en Córdoba (Argentina), un lugar de fácil acceso para todos los sistemas de delivery (como Rappi, Glovo, Uber Eats), y con gran densidad de demanda en las inmediaciones.
Antes de fin de año, estarán funcionando otras dos cocinas, sobre un plan de 12 aperturas en 36 meses, incluyendo 4 en Córdoba, 4 en Ciudad de Buenos Aires, 2 en Rosario y 2 en Montevideo.
“Nos sentimos muy cómodos en Uruguay y es un mercado que es muy parecido al nuestro, que lo conocemos. Nosotros confiamos en armar una idea disruptiva a escala latinoamericana, no solamente a escala de Argentina. Uruguay es el paso obligado después de Buenos Aires, al igual que Asunción”, contó a InfoNegocios uno de los fundadores del proyecto, Francisco Quiñonero.
Hoy, montar un restaurante con delivery puede costar en Argentina alrededor de $ 1.380.000. Por ello, la propuesta de Blimp implica alquilar la infraestructura, con llave en mano, por un mínimo de dos meses, sumándoles servicios de administración y marketing, proveniente de su propia agencia.
Además de Francisco Quiñonero, están en el proyecto Matías y Guillermo Quiñonero, Franco Loson, Carlos Sartor y Federico Berruezo.
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