Según los registros de Alcance Servicio de Compañía, empresa con más de 350 colaboradores en todo el país que llevan adelante este trabajo, el COVID-19 generó una menor demanda si se compara el mismo período de 2019.
Es decir, el pedido de horas requeridas para brindar el servicio de compañía se mostró fluctuante en los últimos meses, marcando una caída del 20% en el mes de marzo, cuando comenzó la pandemia, del 58% en el mes de abril y del 43% en mayo.
Este sube y baja corresponde, fundamentalmente, al descenso de horas de compañía que la empresa ofrece principalmente en hospitales y sanatorios, donde las distintas intervenciones y atenciones que estaban programadas fueron suspendidas o reprogramadas.
En cuanto al servicio de compañía en los hogares -el segundo tipo de atención más solicitada por los socios de Alcance-, también disminuyeron, producto de la baja de operaciones como se dijo antes (que luego requieren acompañamiento en domicilio) y por miedo, en las personas mayores, de tener en sus casas a personas ajenas a la familia.
Cabe señalar que antes de que se declarara la emergencia sanitaria, la mayor cantidad de horas brindadas era para adultos entre 65 y 90 años de edad, fundamentalmente por patologías respiratorias, circulatorias y óseo articulares.
Ahora bien, según el informe, en el período transcurrido desde marzo a mayo, la situación cambió y la mayor cantidad de horas de servicio fue para mayores de 83 años por diversos temas: situaciones osteoarticulares (15%), circulatorias (12%), respiratorias (11%) y cuidados por enfermedades oncológicas (9%). Luego, un 25% de las horas se distribuyen entre patologías del aparato digestivo y urinario.
Según la empresa, una vez que comiencen a coordinarse las operaciones programadas y el sistema de salud retome su ritmo habitual, el servicio de acompañantes podría llegar a los niveles de 2019, ya que desde junio a septiembre suele darse el pico de demandas en este servicio.
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