En Montevideo tiene un local de venta de 300 metros en Acuña de Figueroa y Av. del Libertador (donde estaba el showroom de Barraca Europa) donde comercializan indumentaria masculina en formato outlet. En breve, estarán incorporando una línea de sets de equipaje. Según nos explica el empresario, el de trading un modelo mucho más chico pero más eficiente y requiere de cierta ingeniería, ya que “requiere un seguimiento y control muy estricto -24 horas los 365 días del año- de la producción en China”. Asimismo, desarrollaron una forma particular de comercialización ya que los mercados de Chile, Perú y Brasil, se instalan una semana en un hotel y establecen un workshop con sus clientes donde definen los detalles de las colecciones futuras (este invierno están armando la colección 2013). Se definen los materiales y se arman las carpetas de pedidos. Una vez confeccionados desde China se embarcan directamente para los centros de distribución de los clientes.
Con el cerebro en Uruguay y la aguja en China, textil local se reformuló y le encontró la vuelta a la globalización
Lamentablemente no todas las empresas textiles y de confección que bajaron la cortina en los últimos tiempos pudieron encontrarle una vuelta de tuerca al negocio para salir adelante. Sin embargo hubo algunas que “leyeron” cómo cambiaba el mundo y se reformularon. Es el caso de Fideman, especializada en vestimenta masculina, timoneada por el experimentado Alberto Was, que luego de cerrar la histórica Reston Uruguay, fue moldeando un trading que diseña localmente pero produce en China para distintos mercados en la región. Según nos cuenta, la empresa provee a las principales tiendas por departamentos de Chile y Perú y locales de marcas renombradas en Argentina, Brasil y Uruguay.
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