Mediante este tipo de impresiones el cliente puede crear juguetes, souvenirs, elementos de decoración, piezas funcionales, repuestos o hacer realidad sus propias ideas.
Robotec, por ejemplo, realiza impresiones en plástico o resina. El plástico con el que trabaja la empresa es la opción más económica y se le puede aplicar variedad de colores. Se puede trabajar el plástico en dos tipos: PLA (biodegradable, algo flexible y no nocivo) y ABS (duro y resistente). Por otra parte, la resina es la solución ideal para imprimir piezas chicas, ya que como se imprime mediante un láser el producto obtiene un mayor nivel de detalle. El precio de cada impresión se acuerda con los técnicos, ya que varía dependiendo el material, el tamaño, el tipo de producto y si ya está diagramado o debe ser diseñado en la empresa.
Zona 3D, en tanto, empresa apoyada por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), también hace este tipo de trabajos por encargo y ofrece en su sitio web una herramienta que brinda un presupuesto automático; con solo cargar el diseño en la plataforma, el cliente sabrá cuánto dinero le saldrá imprimir en Zona 3D. La empresa ya realizó cerca de 400 proyectos e imprimió más de 7.500 piezas.
Para los interesados en aprender a dominar esta tecnología, está Fabrix, que brinda cursos sobre impresión 3D en su sede de Inca 2186. Además, venden impresoras y otros productos asociados a las impresiones en tercera dimensión. Al igual que las otras empresas, también asesoran al cliente durante todo el proceso de diseño e impresión de un producto.
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