Además, según consigna está concretando alquileres de “largo plazo”, comúnmente de seis meses en “buenas casas”. “Son casas bien preparadas para un vivir razonable” que supera las expectativas de una residencia de veraneo, explicó, y también chacras o buenos apartamentos. “A partir de junio explotó y la oferta va a estar restringida”, agregó. “Vamos a ver un verano con estadías más largas”, según adelantó. Estas personas tienen “alto poder adquisitivo” y tiempo libre y ya se pueden ver circulando por el balneario. “Este fin de semana largo, La Barra y José Ignacio estaban como un fin de semana de febrero”, ilustró.
En cuanto a la compra venta, “hay intenciones pero todavía no se concretan los negocios”, dice, siempre hablando de propiedades que superan los US$ 500.000. Sorhobigarat atribuye esto a la natural prudencia de estos tiempos pero además a las expectativas creadas, que muchas veces son infundadas y que hacen que los propietarios aumenten los precios u obstaculicen su venta.
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