... Talvi explicó que el enfriamiento de la economía mundial golpea al Uruguay pero de todos modos crecemos más que nuestros vecinos por la madurez de nuestro sistema político – institucional. Mientras los vecinos están prácticamente estancados hace cuatro años y hoy en recesión, Uruguay ,que enfrenta similares embates de un contexto internacional que nada se parece al de la época del boom 2003-2012, estará creciendo este 2015 un poco por debajo del 3%.
Por ser exportador de commodities, fuerte receptor de inversión extranjera directa en su sector primario, todavía muy dependiente del financiamiento externo, y porque el endeudamiento en dólares ha crecido de manera muy significativa en la última década especialmente en el sector privado haciendo más pesada la carga de de la deuda por la apreciación de la moneda norteamericana, América Latina es muy sensible al nuevo
escenario mundial, comentó el Director de CERES. El resultado ha sido un frenazo en la evolución positiva que venían teniendo los precios de los activos (acciones, propiedades inmobiliarias) y los flujos de crédito; una fuerte depreciación de las monedas, un fuerte deterioro fiscal, una caída de la inversión, y como era de esperar, una importante desaceleración del crecimiento económico.
Para Talvi, al deterioro del clima económico de la región, con la consecuente frustración de las expectativas que conlleva luego de una década de bonanza, se agregó un deterioro político-institucional derivado de los escándalos de corrupción descubiertos en varios países que han afectado la popularidad de los presidentes en ejercicio, reduciendo la efectividad de los gobiernos justamente en momentos de dificultad. El expositor dijo, que en nuestro país no ha habido escándalos de corrupción que comprometan la confianza ciudadana pero enfatizó que si bien en Uruguay puede haber casos de corrupción, no es lo mismo que dentro de un sistema político-institucional esencialmente sano existan casos de corrupción, a tener un sistema político-institucional donde la corrupción está institucionalizada.
Destacó asimismo que a diferencia de lo ocurrido en nuestros vecinos, en el Uruguay no hubo movilizaciones masivas, convocadas por las redes sociales y sin un liderazgo visible, en protesta contra el deterioro económico y casos de corrupción. Y no las hubo porque el ciudadano uruguayo, aunque pueda disentir con algunas decisiones de un gobierno en particular, se siente representado por el sistema político institucional del país.
Al concluir su exposición Talvi afirmó que eso explica porqué al país le está yendo mejor que a la región. Hay deterioro económico pero no una crisis político-institucional, ni una crisis de legitimidad de las instituciones del Estado, ni una crisis de confianza. Si la economía se ha enfriado es porque se deterioró el contexto externo. La confianza se traduce en que todos los actores económicos creen que se actuará con seriedad y sensatez ahora que nos toca enfrentar condiciones menos favorables.
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