Pequeños componentes que arruinan una excelente notebook

(Por Eduardo M. Aguirre - @EduAguirre) Gran parte de mi fin de semana transcurrió delante de una mesa desarmando íntegramente una notebook Packard Bell, que es una de las PC que manejo diariamente, cuya antigüedad es de unos 3 años y salvo alguna pequeña falla de la lecto-grabadora de DVD, no había causado mayores inconvenientes, hasta que dos estratégicos interruptores dejaron de funcionar: el de encendido y el botón izquierdo del mouse.

Sigo utilizando mi Packard Bell de 15” porque me resultó una máquina realmente confiable, de más que aceptable rendimiento y de una gran robustez (se aguantó mi trato no muy cortés en estos 3 años y como si fuera poco el de mis hijos). Tiene un microprocesador dual core de Intel, 3 Gb de memoria RAM, un disco de buena capacidad y todas las demás características típicas de las buenas notebooks actuales. El desempeño de su hardware siempre me tuvo conforme y salvo alguna falla esporádica de su lecto-grabadora de DVD (Sony) no había presentado otros desperfectos (ni siquiera en el ventiladorcito “cooler” del microprocesador, algo bastante frecuente).
Pero desde hace un tiempo comenzó a costar encenderla, debía presionar varias veces la tecla ON/OFF hasta obtener resultados y luego este mismo inconveniente comenzó a registrarse en el botón izquierdo del mouse pad (obvio, que me resulta imprescindible).
Hasta que el sábado por la mañana uno de mis hijos me dio la tan temida noticia: “papá, tu notebook no enciende”. Luego de corroborar (como bien haría cualquier adulto responsable) que lo que el pequeño demonio decía era estricta y lamentablemente cierto, me resigné a que mi fin de semana no sería el que había imaginado.
Comencé a quitar uno por uno las decenas de tornillos que sostienen la carcasa inferior, para poder liberarla y quitarla previo desconectar la alimentación de la placa madre. Luego de desconectarlo también quedó liberado el monitor (que se lleva la antena del WiFi) y retiré el teclado desconectándolo de la placa madre y lo mismo hice con el  mouse pad y los pequeños parlantes. Luego de quitar la lecto grabadora de DVD, el disco rígido y 5 pequeños tornillos más, finalmente la placa madre quedó totalmente separada del resto de los componentes que invadían toda la mesa (que ya a esta altura resultaba chica -la foto de una notebook desarmada que ilustra esta nota es orientativa-). Así también quedaron a la vista los 2 famosos interruptores cuya falla ha motivado este relato.
Comprobé (multímetro mediante) que ambos componentes tenían la misma falla y me dispuse a desoldarlos de la placa. Para que tengas referencia estoy hablando de dos pequeños dispositivos de no más de 5 mm de lado que ofrecían la posibilidad de desarmarlos. A esta altura ya ayudado por una lupa los desarmé a ambos y comprobé que la pequeña chapita circular (de unos 4 mm de diámetro) que al presionar el botoncito hace el contacto eléctrico, estaba algo sucia y que luego de pasarle un isopo con limpiacontactos, había recuperado un perfecto funcionamiento. Ahora imagina todo el camino inverso para llegar a que hoy esté escribiendo esta columna en la misma notebook.
La moraleja de este relato debería servir a todas las empresas que han decidido fabricar (o ensamblar) notebook y netbooks (y hasta tablets) en nuestra región. No solo importa que tan potente sea el microprocesador, que tan buena sea la resolución y el contraste del monitor, que tan rápida sea la memoria RAM y que capacidad tenga en el disco duro. Los detalles son los que hacen la verdadera diferencia. Utilizar un interruptor no encapsulado (herméticamente cerrado), un material deficiente en las bisagras, o la mala calidad de los electroimanes del cooler (ventilador del micro) (por citar algunos ejemplos) pueden convertir a una excelente máquina (en todos sus otros aspectos) en una fuente inagotable de malas experiencias de usuario. 

Tu opinión enriquece este artículo:

La pasión de Via Disegno

Construir una organización requiere invertir una considerable cantidad de tiempo, paciencia y colaboración, así como la aplicación de habilidades y empatía. Definir la misión no es un proceso que pueda apresurarse; se necesita dedicación sincera, adherencia a principios sólidos y la valentía de mantener la integridad al estructurar el sistema y el estilo organizativo conforme a los valores y perspectivas compartidos. Una misión que verdaderamente refleje estos valores profundos genera cohesión y un compromiso excepcional entre todos los integrantes de la organización, establece un marco de referencia arraigado en los corazones y mentes de las personas, proporcionando una serie de pautas que orientan sus acciones. Hoy compartimos lo charlado con el equipo de trabajo sobre cuáles son los valores que guían a Vía Disegno, te mostramos cuáles son algunas de las caras tras bambalinas y también algo de su historia reciente.

¿Hay que invertir todo en IA? (la IoT también gana terreno en las compañías)

Según el estudio IoT Snapshot 2024, un informe que Logicalis realiza desde 2016, la Inteligencia Artificial (IA) es un “viento de cola” para la Internet de las cosas (IoT) y las empresas deben analizar bien en qué invertir al momento de hacerlo en tecnología. Solo en América Latina –dice el informe– se esperan 8.000 millones de dólares para 2024.

Para que nada sea embarazoso (vuelve la Expo Bebé & Kids UY)

Si se trata de mamaderas, pañales y cochecitos, la Expo Bebé & Kids Uruguay es el lugar indicado para futuras mamás, papás y todos quienes tengan cerca, así sean familiares o amigos, un bebé o niño. Este evento –el mayor del país del sector– llega a su 9ª edición e incorpora, nuevamente, una “Ronda de Negocios” para generar vínculos entre emprendedores y grandes firmas. Para conocer más de este espacio en InfoNegocios dialogamos con una de sus organizadoras, Victoria Novick.