Diciembre es mes de muchas sensaciones, las hormonas se alteran, se suele perder el control sobre el ahorro y mucha gente se entrega a voluntad de las góndolas, las compras y los gastos.
Festejos, aniversarios, casamientos e inauguraciones de toda índole, hacen que diciembre tenga ese ritmo poco acompasado; altibajos en el humor, noches de poco dormir, días muy calurosos, chicos mitad del mes en casa o empezando la escuela de verano… todo junto en 31 días, pareciera que es el lema.
Pero hay algo que quiero rescatar en este tiempo de ajetreo diario; me gustaría que cada uno podamos tomarnos unos minutos y hacer una pequeña revisión del año que ya se nos cae de las manos.
Diciembre también es un mes de introspección, de balance, de despedida y de bienvenida a la vez. Diciembre es el mes de la Navidad y vale para todos por igual, para los que profesamos cada una de las mas variadas religiones y creencias, porque le pongamos el nombre que queramos , navidad significa Nacimiento. Y en diciembre también nace una esperanza en nuestros corazones, nuevas ilusione de la mano de un año que pasó para incluir a nuestra experiencia y el nuevo año que tocará nuestra puerta para comenzar a ser vivido. 365 nuevos días, limpitos, para llenarlos y desbordarlos de familia, trabajo, amigos y cuántas cosas más.
Por eso les dejo esta vidriera de imágenes, para que no se les pase diciembre sin unos minutos de reflexión, para no olvidar lo esencial y si esta quedando algo por hacer lo hagamos, para que al momento del recuento sepamos que cosas fueron las que realmente pesaron doble en nuestra balanza, y poder decir el 31 -copa en mano- gracias por el año que se fue, bienvenido el que llega.
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