Viajar es aprender, conocer y actualizarse. La cantidad de viajeros se disparó respecto a lo que ocurría hace más de dos décadas atrás; el uruguayo sale más del “paisito” y al nutrirse de lo que ocurre en otros lados, cuando regresa sitúa la vara bien alta a la hora de contratar servicios y en el rubro gastronómico se sabe bien.
Así es que a pesar de tener 24 años de trayectoria, La Casa Violeta debe innovar la oferta y perfeccionar su servicio constantemente para estar a la par de lo que demanda el público. “Hoy se exige más y se valora el buen servicio, por eso cuidamos mucho eso, que se refleja desde los cubiertos y la cristalería hasta la educación del personal. Tenemos que estar atentos siempre”, nos contó el director del restaurante, Santiago Alonso.
El ojo en los detalles es lo que, a fin de cuentas, es lo que termina haciendo que un local gastronómico se posicione como referente en la cabeza de la gente. Según el empresario, no es fácil lograrlo, por eso, más allá del entorno espectacular que rodea al restaurante en Rambla Armenia 3667, con una vista única hacia el Puertito del Buceo, es vital formar un buen equipo y trabajar respetando el producto para que llegue siempre con la mejor calidad al plato.
El cowboy steak es una de esas tantas opciones que buscan grabarse en el paladar de los clientes. Para Alonso, es la vedette del menú al tratarse de “una combinación perfecta de bife ancho con hueso, que es tan tierno que se corta solo”. Con tarjetas de BBVA, este y los demás productos de La Casa Violeta se pueden disfrutar con un 25% de descuento.
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