Según Ignacio Salvo, uno de los socios propietarios de la marca, lo que las personas buscan en Magnum es “vivir una experiencia, porque salir a comer, tomar un trago y disfrutar del encuentro con otro en Magnum es mucho más que eso. Nosotros te invitamos a recorrer un camino que te va llevando por distintas historias, sensaciones, vivencias”.
El presente de Magnum en cifras es más que interesante, dado que el primer trimestre cerró con ventas por US$ 5 millones “y apuntamos a vender al cierre del año US$ 15 millones”.
Con un equipo conformado por 170 colaboradores -que en temporada de verano, diciembre a febrero, llega a 250-, Magnum se caracteriza por trabajar con una filosofía clara y simple: dar todo para recibir todo. “El equipo -sostiene Salvo- es lo más importante de la marca, porque todos tienen clara cuál es la visión de hacia dónde queremos ir. En Magnum somos como una tribu. Algo lindo que pasó hace poco fue que el propio equipo se hizo una camiseta de staff que dice: Pa´siempre”.
Si dijimos que el presente de Magnum es interesante, su futuro lo es más, ya que la marca apuesta a la internacionalización. “Vamos a ir a medirnos a Estados Unidos”, dijo Salvo, agregando que la idea es que, “con una inversión de US$ 10 millones, en el segundo semestre, con una apertura posible en 2023, llegar a Miami o Nueva York”.
En Magnum sin duda hay equipo, y sobre todo hay una convicción de transformar la cultura del no -no se puede, no lo hagas- en sí.
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