Itaú: el banco más grande de América Latina tiene claro para qué trabaja

Construir una organización requiere invertir una considerable cantidad de tiempo, paciencia y colaboración, así como la aplicación de habilidades y empatía. Definir la misión no es un proceso que pueda apresurarse; se necesita dedicación sincera, adherencia a principios sólidos y la valentía de mantener la integridad al estructurar el sistema conforme a los valores compartidos. Una misión que refleje estos principios genera cohesión y compromiso entre todos los integrantes de la organización, establece un marco de referencia para los corazones y mentes de las personas, proporcionando pautas que orientan sus acciones.

Hoy compartimos lo charlado con parte del equipo de Itaú sobre los valores que guían a la empresa, te mostramos algunas de las caras tras bambalinas y también algo de su historia reciente.

 

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El equipo de Itaú
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Agustín Tafernaberry - CEO
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Ignacio Arechavaleta - Director Banca Minorista
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Valentín Martínez - Director Banca Mayorista
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Ronald Jackson - Director Operaciones y Sistemas
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Leandro Perasso - Director Contabilidad y Control
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Diego Lanza - Director Banca Pymes y Nuevos Negocios
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Florencia Lecueder - Directora Transformación
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Fernando Barrán - Director Riesgos

Un poco de historia

Itaú es el banco privado más grande de América Latina. Opera en Uruguay desde el año 2007, tras la adquisición del antiguo Banco de Boston.

En cuanto a la marca, el color naranja es parte de nuestra identidad. Es una referencia de expresión de la marca en Brasil y en el mundo. Se utiliza y expresa en diversas formas (el logotipo, los símbolos, soportes físicos y digitales, publicidad) y está asociada principalmente a la juventud, la creatividad, la diversión, la innovación y la tecnología.

Itaú significa piedra negra en tupí-guaraní. Este año cambiamos nuestra marca. Una marca que se renueva, más joven, más moderna. Principalmente cambian tres elementos de nuestro logo. En primer lugar, adquirimos forma de piedra. Deja de ser recto para pasar a ser curvo. Esa piedra que pasa de generación en generación está en movimiento y se adapta a los cambios, pero sin perder su fuerza y esencia. En segundo lugar, cambia la tipografía. Se pasa de una “I” mayúscula a una minúscula para mostrar una marca que se relaciona de una forma cercana y llana. Y, en tercer lugar, cambia el color. Dejamos atrás el azul y el amarillo para traer al frente el color naranja, color identitario de Itaú y que trae fuerza y energía. Pero no será el único color. Somos una marca diversa y se podrán ver varios colores en las distintas aplicaciones del logo.

El cambio de marca es el reflejo para afuera de nuestra transformación interna. Una transformación cultural, tecnológica y en el negocio. 

Hitos recientes

En 1924 en Brasil, Joao Moreira Salles funda la Casa Moreira Salles, centro financiero y cafecultor regional de la época. Luego de varias fusiones, en 1973 pasa a llamarse Banco Itaú S.A. En el año 2007 llega a Uruguay y adquiere el Banco de Boston. Este año estamos celebrando nuestros primeros 100 años.

A lo largo de los años, nos hemos reinventado y transformado, siempre con el cliente en el centro de todas nuestras decisiones. En 2022 en Uruguay, empezamos una nueva etapa de transformación, reestructuramos varias áreas, rediseñamos los perfiles de las personas que ingresan al banco y estamos viviendo un gran cambio cultural que involucra a toda la organización.

Propósito en la práctica

Queremos ser la empresa de servicios financieros con mayor foco en el cliente del mundo. Somos un banco digital con la comodidad del servicio físico. Tenemos una agenda estratégica enfocada en la centralidad de los clientes que se apoya en nuestra transformación cultural y digital, ambas sustentadas en la diversidad de nuestra gente.

Los valores de nuestra cultura están presentes en nuestro día a día. Una de las claves para generar orgullo de pertenecer, es el rol de los líderes. Es decir, es muy importante que la alta gerencia y las personas en posición de liderazgo tengan una visión clara del por qué y para qué hacemos lo que hacemos. Si no existe esta visión y convicción, es muy difícil contagiar al resto de las personas.

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