¿Tu equipo se atreve a hablar? Estrategias prácticas para construir un ambiente laboral donde todos se animen a hablar
Imagina que estás manejando por una carretera sinuosa en plena neblina. No ves con claridad, dudas en cada curva y cualquier movimiento en falso puede hacerte perder el control. Así se siente un equipo cuando no hay seguridad psicológica, miedo a equivocarse, falta de confianza y, en consecuencia, menor desempeño.
Ahora, imagina esa misma carretera, pero con luces claras, señales visibles y un equipo confiable que te guía. En este escenario, tomas decisiones con confianza y avanzas con mayor velocidad. Esto es lo que sucede cuando la seguridad psicológica está presente en una empresa, las personas se atreven a compartir ideas, a innovar y a colaborar sin temor.
¿Qué es la seguridad psicológica?
La seguridad psicológica, concepto desarrollado por Amy Edmondson, se refiere al ambiente de trabajo en el que las personas sienten que pueden expresar sus opiniones, asumir riesgos y cometer errores sin miedo a represalias o humillaciones. Es la base de la confianza y el aprendizaje dentro de una organización.
No se trata de evitar el conflicto ni de ser condescendientes. Al contrario, se trata de crear espacios donde la franqueza, la diversidad de pensamiento y el aprendizaje compartido son bienvenidos y valorados.
¿Por qué importa tanto?
Los beneficios de un entorno con seguridad psicológica son tangibles, y cada vez más organizaciones lo reconocen como un factor estratégico.
Un entorno con seguridad psicológica no solo mejora el bienestar de los empleados, sino que también impulsa el éxito de la empresa. Entre sus principales beneficios se encuentran:
Más innovación y creatividad: Las personas que no temen equivocarse se animan a pensar diferente.
- Colaboración real y efectiva: La confianza mutua potencia el trabajo en equipo.
- Reducción de errores ocultos: Cuando hay libertad para hablar, los problemas se detectan antes y se corrigen mejor.
- Mayor bienestar y retención del talento: Sentirse escuchado y valorado mejora la experiencia laboral y el compromiso.
- Mejora del rendimiento colectivo: Los equipos que se sienten seguros rinden mejor, como lo demostró el famoso estudio de Google sobre sus equipos de alto desempeño.
Piensa en un trapecista de circo. Si no tuviera una red de seguridad debajo, probablemente no se arriesgaría a hacer movimientos espectaculares. Pero si sabe que hay una red, intentará innovar, aprender y mejorar sus habilidades.
En una empresa ocurre lo mismo, si los empleados sienten que tienen apoyo, se arriesgarán a innovar y a dar lo mejor de sí.
¿Cómo se construye la seguridad psicológica?
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Fomenta la escucha activa: Asegúrate de que todos tengan la oportunidad de hablar y sentirse escuchados.
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Acepta los errores como parte del proceso: Los líderes deben modelar el aprendizaje a partir de los errores y evitar castigar los fallos.
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Practica la empatía: Conocer las preocupaciones y motivaciones de tu equipo fortalece la confianza.
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Evita la cultura del miedo: Un ambiente donde predomina la amenaza del castigo genera equipos pasivos y desmotivados.
Reconocer y valorar las contribuciones: Un simple “gracias” o “tu idea fue clave en este proyecto” refuerza la seguridad psicológica.
Pero… ¿realmente hay seguridad psicológica en tu equipo?
Muchos líderes dicen, “Acá todos pueden hablar, yo escucho a todos”. Pero si en las reuniones nadie propone ideas, si nadie se anima a decir que algo no funciona, si el equipo actúa con exceso de cautela, quizás la seguridad psicológica no sea tan fuerte como se piensa.
Porque la seguridad psicológica no se declara, se demuestra. Y no la valida el jefe, la percibe y la expresa el equipo. La mejor forma de saber si existe es observar los comportamientos. ¿Tu equipo se anima a proponer, a cuestionar, a colaborar desde la diferencia? ¿O trabaja desde el “no te metas”, el “mejor no opino”, el “así está bien”, el “sólo hago lo que me piden”?
La experta española en liderazgo y gestión del cambio Pilar Jericó, “el miedo es el principal inhibidor del talento en las organizaciones”. Cuando las personas temen hablar, cuestionar o equivocarse, no solo se apaga la innovación, también se erosiona la confianza y se limita el desarrollo colectivo.
La seguridad psicológica no es un lujo, ni una moda, es una necesidad para cualquier empresa que quiera innovar, crecer y mantener equipos resilientes y comprometidos. Porque, al final del día, cuando las personas se sienten seguras, no solo trabajan mejor, sino que también disfrutan más de su vida profesional y los desafíos que esta les presenta.
Referencias:
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Pilar Jericó (2009). “No miedo”.
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