Mientras Japón se consolida como la tercera economía más grande del mundo, las oportunidades de negocio e inversión para Uruguay en el mercado nipón se abren camino en sectores estratégicos como alimentos, tecnología y forestación. Un reciente informe de Uruguay XXI detalla el estado actual de las relaciones económicas y comerciales entre ambos países, y traza un mapa de oportunidades para empresarios uruguayos.
La carne lidera, pero el potencial va más allá
En 2024, Japón ocupó el puesto 26 entre los destinos de exportación de Uruguay, con compras por US$ 71,7 millones. La carne bovina se consolidó como el principal producto exportado, representando el 55% del total, seguida por subproductos cárnicos y carnes equinas, porcinas y otras.
El caso de la lengua bovina uruguaya refleja el potencial de nichos específicos en este mercado altamente exigente: tras su habilitación en 2022, las ventas alcanzaron casi US$ 18 millones en 2024, posicionando a Japón como el mayor importador mundial de este corte.
Sin embargo, el informe también identifica productos con potencial aún no explotado, como la carne congelada deshuesada, la soja y la malta, que ingresan con arancel cero y podrían diversificar la oferta uruguaya.
Un mercado de consumo sofisticado y abierto a alianzas
Japón es el quinto exportador y uno de los principales importadores del mundo, con una fuerte demanda en alimentos, maquinaria y tecnología. En ese marco, Uruguay no solo encuentra oportunidades en la exportación de alimentos premium, sino también en la atracción de inversiones.
Empresas japonesas como Oji Holdings, Ricoh, Yamaha, Yakult y Daikin ya operan en Uruguay, en sectores que van desde alimentos y forestación hasta tecnología y logística. La inversión más reciente de Oji Holdings en 41.000 hectáreas forestales reafirma el interés de Japón en el sector agroindustrial y la sostenibilidad.
Un ecosistema de acuerdos que facilita el comercio y la inversión
La relación bilateral se ha fortalecido con acuerdos clave como el de protección de inversiones y el convenio para evitar la doble imposición. Además, Uruguay goza del grado inversor, reconocido por la agencia japonesa R&I, lo que abre puertas al financiamiento y a alianzas estratégicas.
En el horizonte cercano, la Expo Osaka 2025 se presenta como una plataforma ideal para fortalecer la presencia uruguaya en Asia-Pacífico. El evento reunirá a 150 países en torno a la innovación y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), áreas donde Uruguay tiene mucho para mostrar.
¿Qué oportunidades se abren para las empresas uruguayas?
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Alimentos Premium: carne bovina y subproductos, soja y malta.
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Forestal y agroindustria: interés japonés en inversiones sostenibles.
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Tecnología y servicios globales: posibilidades en TIC, logística y centros de distribución.
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Turismo receptivo y cultural: Japón aumentó ocho veces la llegada de turistas tras la pandemia, un mercado a explorar.
Con un mercado sofisticado, acuerdos vigentes y un interés creciente en sectores donde Uruguay es competitivo, Japón se posiciona como un destino estratégico para empresarios y empresarias uruguayas que busquen diversificar sus exportaciones o atraer inversión.
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