Alba González Sanz, XIII
Puedo fingir que estoy bien
acompañada,
que la ausencia es un diente molesto
balanceándose;
abusar del café por las noches
y que el tiempo pase.
Pero hoy he vuelto a casa
conmigo, la orfandad
en el pecho.
A esta ciudad le faltan
nuestras voces
y tu cuerpo
esperándome tibio
en el andén.
El blog de Emma Gunst.
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