Vale la pena darse una vuelta por el Hielo Bar del Radisson.
Luego del evento, ya que estábamos en el Radisson, nos hicimos una escapadita al Hielo Bar ubicado en el subsuelo del hotel. La experiencia, luego de pagar los 350 pesos de la entrada (que incluye un trago), valió la pena, sobre todo por lo curioso de las condiciones (temperatura de 7 grados bajo cero pero te dan camperones, guantes y gorro) y porque es el único en su tipo en Sudamérica. Hace dos meses que empezaron y les está yendo muy bien, nos comentó el simpático cubano que atiende la “barra”. Está abierto de 5 de la tarde a 1 de la madrugada.
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