Hace 20 años Dove cambió la industria de la belleza con el Proyecto para la Autoestima, una iniciativa global que busca promover una imagen corporal positiva y saludable en las personas, con foco en mujeres y niñas. En este contexto, recurre a mujeres reales como protagonistas de su comunicación y no utiliza jamás retoques digitales, asumiendo ahora el compromiso de no utilizar la IA.
Si bien hubo cambios positivos a partir de las acciones de la marca, con la inteligencia artificial ha surgido otra amenaza. Los expertos estiman que para el año 2025 el 90% del contenido online va a ser generado por inteligencia artificial, y si bien esta tecnología tiene el potencial de fomentar la creatividad y el acceso a la belleza, sin una mayor transparencia e inclusión este contenido continuará perpetuando ideales inalcanzables.
“Lo que ocurre es que la inteligencia artificial se entrena a partir de bases de datos con información que ya existe en internet, por eso crea imágenes de mujeres a partir de la idea de belleza que llevamos años construyendo nosotros mismos en cientos de miles de imágenes que hemos subido a la red. Para crear una belleza real usando esta herramienta es necesario que entrenemos estos modelos pidiéndoles otras cosas”, comentó Agustina Alcántara, brand manager de Dove en Unilever Uruguay.
En la actualidad, en un contexto en el que la inteligencia artificial recién comienza a ganar terreno en Uruguay, la marca busca concientizar acerca de la importancia de la IA en la generación de imágenes. En este contexto, trabaja en el Real Beauty Prompt, un manual que tiene como objetivo ayudar a generar prompts, es decir, instrucciones que se le proporciona a esta herramienta para guiar sus respuestas, y así obtener resultados más inclusivos en la creación de imágenes representativas de la belleza real.
El manual estará disponible en la web de Dove, y además se difundirá en universidades, escuelas de creativos y diseñadores, y entre la comunidad que trabaja con la generación de imágenes en todo el país.
“Cuando le hablamos a la inteligencia artificial es importante describir los atributos que buscamos empezando por los que más nos interesan, usar adjetivos específicos y, sobre todo, inclusivos. Las comparaciones con imágenes alteradas pueden causar angustia y afectar negativamente la imagen corporal y la autoestima de mujeres y niñas. Incluso cuando saben que las imágenes que están viendo son falsas, una de cada tres mujeres y niñas se sienten presionadas a modificar su apariencia por lo que ven online, aunque saben que no es cierto”, añadió Alcántara.
En 2004, la campaña por la belleza real comenzó a partir de un dato impactante, ya que solo el 2% de las mujeres se consideraban hermosas. Desde entonces, la marca ha desafiado a la sociedad, a los medios de comunicación y a la propia industria de la belleza a cambiar su representación de las mujeres, ser transparentes sobre la distorsión digital y enfrentar el impacto dañino que los estándares de belleza irreales tienen en las mujeres y las niñas.
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