La historia de la Bodega Marichal se remonta al año 1916 cuando sus bisabuelos compraron un campo y plantaron viñedos. En el 1936 la bisabuela de Juan Andrés y Alejandro fundó una bodega. El negocio familiar fue continuado por Juan, abuelo de los directores de Marichal, y su hermano Ezequiel. El tío abuelo de ambos era soltero y llevaba una vida de aventuras (la mayoría de estas en moto). Hoy, en honor a él, los nombres y las etiquetas de los vinos de la bodega están inspirados en sus viajes y sus anécdotas.
“Luego la bodega pasó a manos de nuestros padres, que siguen vinculados al negocio. Nuestra abuela sigue viviendo en la bodega. Buscamos que la gente pueda venir acá y degustar nuestros vinos. Sin estar preparados empezamos a recibir turistas en la puerta de la bodega preguntando si podían recorrerla y probar los vinos. Eso nos obligó a prepararnos para esto y armar una sala para los tours. A la gente le sorprende ver la parte familiar del negocio: ver a mi padre saludándolos desde el tractor y a mi abuela regando las plantas”, dijo Juan Andrés Marichal a InfoNegocios.
Los vinos de Bodega Marichal se venden localmente y se exportan principalmente a Estados Unidos y Brasil. Además, llegan a Inglaterra, Bélgica, Holanda, Italia y Alemania. Gracias a una bodega alemana también se venden en otros países europeos.
La bodega prefiere mantenerse al margen de los concursos. Para la mayoría de ellos hay que pagar una inscripción, mandar una muestra y esperar un puntaje con el objetivo de obtener determinado reconocimiento. En Marichal no están tras los premios, aunque recibieron un reconocimiento inesperado en la prestigiosa guía de vinos latinoamericana Descorchados, que les facilitó la posibilidad de trabajar con un distribuidor de Nueva York.
Tu opinión enriquece este artículo: