Mientras hacíamos la entrevista a Marigliani con té de durazno, torta de ricota y panqueque de dulce de leche de por medio, deben de haberse acercado a la puerta a mirar a través del vidrio unos diez transeúntes en una hora. “Es muy común”, comentó sonriendo quien es propietario del restaurante junto a su esposa Sylvana Cabrera y que es comandado a nivel gastronómico por la hija de esta, Guillermina Bauer.
Es que se trata de un lugar que, como lo define Marigliani, tiene un estilo sin estilo, lo que llama la atención. “Es para sentirte como en tu casa. Con Sylvana queríamos hacer un proyecto familiar en la ciudad”, explicó. Desde la vajilla, hasta los cuadros, el mobiliario o las antigüedades, todo está cuidadosamente puesto para que al mirar un rincón pareciera ser una casa y no un local de venta de comida. “El adicional es que, además de los productos o el menú que tenemos, todos los objetos del restaurante están a la venta”, agregó.
A fines de abril Sin Pretensiones cumplió un año y, de acuerdo a su dueño, ya se ha podido avanzar con el plan original que era tener distintas unidades de negocios bajo un mismo paraguas. “Hoy en día nuestra fuente de ingresos se divide en un 65% por el restaurante, un 25% por la venta de productos para llevar, sean alimentos u objetos, y el restante 10% del catering para eventos”, contó.
Precisamente, en poco tiempo no solamente han podido atraer a diversos gerentes y trabajadores de empresas importantes con oficinas en Ciudad Vieja para la hora del almuerzo, sino que también han logrado captar a un público que va a Sin Pretensiones exclusivamente a contratar su catering para un evento o a conseguir los productos que tienen a la venta. “La idea es trabajar con empresas tipo boutique para poder hacer los productos caseros y también venderlos”, dijo Marigliani. Es más, para setiembre-octubre de este año, planean tener ya el té, medio y medio y sidra marca Sin Pretensiones, a lo que también se suma el proyecto de abrir los sábados de 10 a 16 horas.
De cualquier manera, los dueños del restaurante de la cocina abierta y del menú que cambia todos los días no se quedan conformes con todas estas incorporaciones. También están buscando lugar para instalar una panadería próxima a Sin Pretensiones para vender los productos al público y también para que provea de pan casero al local de la Peatonal Sarandí.
Si todavía no conocés el restaurante, mirá el video que preparamos… Pero te advertimos, se te va a hacer agua la boca.