“En esa zona hay una gran densidad de población y creemos que es necesario que haya un Kinko”, nos contó el gerente comercial de la marca, Nicolás Torres. Las obras del nuevo local finalizarán en aproximadamente un mes por lo que la apertura se espera para los primeros días de julio.
La empresa espera cerrar el 2016 con entre 19 y 20 locales en funcionamiento. Pocitos, Punta Carretas y Malvín siguen siendo los centros neurálgicos de su operativa aunque, según Torres, están evaluando futuros emprendimientos en el Prado y Carrasco Norte.
Dado que el radio de operativa de cada almacén oscila entre las cuatro y cinco cuadras a la redonda, desde Kinko aseguran que aún hay mucho trabajo por hacer y muchas zonas por cubrir.
“No descartamos la zona de la Costa de Oro que tiene supermercados más de barrio y con horarios reducidos”, estimó Torres. En este sentido el horario extendido de Kinko podría ser un aliado para quienes hacen sus compras más tarde.
Además Kinko ya está pensando en el interior del país y en los próximos meses presentará un programa de franquicias para hacer crecer aún más su clientela —que asciende a unas 700 personas por día por local— y engrosar sus tickets que tienen en promedio un valor de entre $150 y $300 dependiendo del local.
Kinko diseña su niña bonita y se proyecta hacia el interior del país con programa de franquicias
La firma pionera en tiendas de conveniencia cuenta hasta el momento con 14 locales, pero su niña bonita llegará pronto ya que están comenzando las obras para su tienda número 15 que será en Ellauri y Blanca del Tabaré, donde antes se encontraba la pañalera Las Violetas.