La expresión “El cliente siempre tiene la razón” puede sonar bien, pero en la práctica, asumirla como verdad absoluta puede poner en riesgo el éxito de un proyecto. Contradecir al cliente, cuando es necesario, no implica confrontación, sino responsabilidad profesional.
En este sentido, la gestión de proyectos tiene el deber de acompañar al cliente en sus metas, pero también de ofrecer una mirada crítica y fundamentada y para lograrlo, es clave establecer una comunicación clara y honesta desde el inicio.
Cuando trabajamos con nuestros clientes en “Aseguramiento de Proyectos” planteamos un proceso independiente que evalúa la salud y viabilidad de una iniciativa y está diseñado para determinar si es posible que la misma alcance sus objetivos y evaluamos la existencia de riesgos significativos.
Nuestras recomendaciones como consultores deberán estar respaldadas por datos, experiencias y mejores prácticas. No se trata solo de decir “no”, sino de explicar el porqué, mostrar alternativas y construir juntos una solución más sólida. Una gestión basada en evidencia y diálogo abierto no solo mejora los resultados, sino que fortalece la relación con el cliente. Así, se construye una alianza duradera, basada en la confianza y el respeto mutuo.
Por: Marcos Giménez Roldán, director de PwC Uruguay de la práctica de Consultoría.