“Nosotros como importador cumplimos 70 años. En Sadar, a través de una de las marcas que importamos, que es BYD, estamos haciendo una apuesta bastante fuerte al tema porque creemos que están dadas las condiciones, en líneas generales”, dijo a InfoNegocios el director de Sadar, Santiago Guelfi.
Sadar comenzó lanzando una gama de vehículos eléctricos en diciembre de 2019 y hoy ya tiene disponible una gama completa que va desde un city car, un auto chico, hasta una SUV de 7 pasajeros con una autonomía de 500 km. También tiene una línea de utilitarios completa que va desde un furgón de 700 kg de carga hasta un camión de 12 toneladas de carga. “Hoy somos la marca que tiene la oferta más amplia de importados”, aseguró. El rango de precios va desde US$ 20.500 hasta US$ 59.000.
“El país está embarcado en ese proyecto de tratar de pasarse a la energía eléctrica producida por una matriz más verde, una matriz que tiene cada vez más energías renovables y no dependientes del petróleo. En ese sentido creemos que el país está apostando y que las condiciones se están dando”, afirmó.
De todos modos, observó que el país da “señales para adelante y para atrás”. “En el caso puntual de querer cobrarle patente a los vehículos eléctricos parece que es un paso hacia atrás. El Congreso de Intendentes había anunciado una exoneración de las patentes. En el último Congreso fijan las patentes para el año siguiente, y lamentablemente tomaron la decisión de empezar a cobrarle patente a los vehículos que se empadronen a partir del 2020. Hasta el 2019, los vehículos que se empadronaban no pagaban patente. Si bien el monto es la mitad de un auto a nafta o a combustible, al hoy los valores de venta de los vehículos eléctricos ser aproximadamente el doble, el incentivo que era el 2,5 o 2,25 (no recuerdo ahora exacto) para el cliente, el costo va a ser el mismo. La patente -el porcentaje- es la mitad, pero como es un valor de aforo mucho más alto porque el precio de ventas es mucho más alto; al final el costo de la patente es un costo similar al de un auto similar”, explicó.
Respecto a cuánto más caros son los eléctricos en relación a los de combustión, afirmó: “Nosotros con BYD decimos que tenemos una oferta de igual precio o menor porque tomamos en cuenta los incentivos a los que puede acceder un cliente, por ejemplo, a través de la COMAP (Comisión de Aplicación de Ley de Inversiones). Tenemos un city car por el precio de su similar a combustible, tomando todos los beneficios que nos permite hoy la COMAP. Esto se aplica a los clientes que puedan hacer este tipo de proyecto que son empresas que tributan IRAE O IMEBA.
¿Y qué frena a los clientes para tomar la decisión?
Hoy la gran duda son la autonomía y la red de carga. “Nosotros estimamos que con un cargador en la casa, todas las mañanas se puede tener una autonomía de 300 km. A mucha gente le viene el miedo por esas unas o dos veces que se va al interior o tiene que hacer algún viaje por esparcimiento. Eso es lo que lo frena. Yo le digo: ´le va a salir más barato alquilar un auto por esos dos o tres días que usted va a irse de vacaciones o por ese viaje esporádico al interior. Con la plata que se ahorró todo el año en combustible se puede alquilar un muy buen auto. Y durante todos los días usar un auto eléctrico que tiene grandes beneficios no solamente desde el punto de vista energético´”.
Además de que el costo de energía es mucho menor, los costos de mantenimiento son bajísimos. “Y lo que para mí es lo más importante, que es un diferencial del producto, es que en el uso urbano el auto eléctrico es muy superior en algunos aspectos a un vehículo a nafta. Tiene un confort de andar y una aceleración en ciudad que son totalmente insuperables. La tecnología ha evolucionado tanto que hoy los vehículos eléctricos son mucho más agradables de manejar en el tránsito (por un tema de vibración, de sonido, de potencia) que un auto a combustión”, manifestó Guelfi.
Potencia, cargadores y más
Los puntos de recarga cubren lo que sería el 80% del mercado como parque. Según sus estimaciones, el 80% de los vehículos está entre Colonia, San José, Montevideo y Punta del Este. “Hoy creo que habría que aumentar la densidad en lugar de seguir aumentando puntos. Lo más lógico tendría que ser tratar de aumentar la densidad en este 80% que es donde está el gran mercado”, opinó el empresario.
Mirando a futuro, Guelfi se refirió al tema de la potencia y los cargadores. “Hoy el gran problema cuando queremos llevar esto a gran escala es ponernos de acuerdo en qué tipo de cargadores y qué potencia de cargadores hay que instalar. Dependiendo del tipo, va a depender la cantidad de autos, la cantidad de oferta que se pueda desarrollar en el mercado interno. Y después la potencia es lo que hace que tengamos cargas rápidas o no”, explicó. “Creo que vamos hacia un mundo en el cual el cliente va a cargar su vehículo en su casa de forma lenta y segura pero asegurándole una carga que le va a permitir cubrir en un 100% sus necesidades día a día, y en el caso que tenga un imprevisto y tenga que hacer más kilómetros,vamos a ir a cargas rápidas en algunas puntos. Son temas que no se han definido ni siquiera a nivel mundial”.
“Lo que está faltando es la posibilidad de ofrecerle al cliente cargas (potencias) que le permitan al usuario tener menores tiempos de carga”, explicó.
Si tiene que cargar fuera de su hogar, porque le surgió un imprevisto, el cliente tendría que tener capacidad de carga un poco más potente de lo que hay hoy. “Creo que UTE está trabajando en el tema. Esperemos que a futuro haya opciones de posibilidad de carga. Si quiero cargar rápido o lento, esa opción hoy no está”, concluyó.