La historia de Ramona es conocida: surgió en 2008 de la mano de Laura —aunque prefiere que la llamen Lau —Almeida mientras estaba terminando la Licenciatura en Diseño de Modas en la Universidad ORT. Sus ganas de emprender un proyecto propio hicieron que consiguiera diversas distinciones y hasta pudo exhibir sus prendas en el local de Madrid del reconocido Adolfo Domínguez.
Desde entonces, la diseñadora ha logrado conseguir una gran cantidad de adeptos a sus productos, ideas y filosofía. Hoy son casi 20.000 seguidores en Facebook que le dan “me gusta” a las prendas hechas con lana merino —la de mejor calidad, que es destinada en su mayoría a la exportación —, las cuales son confeccionadas a mano por tejedoras que encontraron en Ramona la posibilidad de continuar con su oficio en un momento complicado del sector.
Hoy en día, la marca cuenta con unas diez tejedoras, por lo que la creadora nos dijo que no tiene capacidad como para producir en grandes cantidades y responder a los pedidos de los interesados que tiene en el exterior. Eso sí, el exportar está en el horizonte de Almeida, quien no sabe cuándo, pero sí tiene muy en claro que irá trazando su camino de a poco para poder llegar a venderle sus productos a países como los nórdicos, en donde las prendas de lana serán muy apreciadas.
Precisamente, el camino hacia el exterior empezó la semana pasada con la nueva página web, que estará destinada principalmente al e-commerce. “El primer día hubo 500 visitas”, contó Almeida. La idea es que Ramona llegue a cualquier punto del país y también a personas individuales en el exterior. Desde sweaters, hasta ponchos, medias, zapatos y bikinis, todas las prendas están hechas a mano con lana merino o con algodón peruano y están disponibles para pedir desde la web. Asimismo, se pueden encontrar accesorios, como bufandas o guantes, los cuales fueron pensados con el fin de democratizar la marca dado a su precio menor al de las demás prendas.