Una persona que logró alcanzar los siete picos más altos de cada continente -sí, el Monte Everest, el Aconcagua, el Kilimanjaro y todos los demás- es, sin duda, alguien decidido y con un objetivo claro o bien, un gran soñador de ojos abiertos, sin temor a saltar al vacío. Leo McLean es probablemente ambas cosas. El argentino, responsable de crear el negocio y desarrollo en Latinoamérica de ESPN -donde trabajó 27 años-, se instaló en Uruguay para alcanzar otra cima: hacer vinos que reflejen el alma de cada terroir.
De este modo, McLean se involucró con Gerardo Michelini, Juan Pablo Clérici y Fernando Deicas, con quienes se asoció para crear una pequeña bodega en el centro del pueblo Garzón: Compañía Uruguaya de Vinos del Mar.
“Para hablar de Bar de Vinos hay que hablar primero de Compañía Uruguaya de Vinos del Mar, porque son parte de un mismo proceso, de un mismo sueño, de una misma búsqueda”, dijo McLean a InfoNegocios, agregando que el nuevo wine bar de Carrasco -situado en Rostand 1571- surge con la finalidad de “mostrar los vinos de la bodega junto a otras etiquetas exclusivas del mundo”.
“Siempre he dicho que la mejor manera de esconder un elefante en un bazar es llenando el bazar de elefantes. Pasa algo similar con Bar de Vinos, donde las etiquetas del Albariño 2020 y Pinot Noir 2020 de Compañía Uruguaya de Vinos del Mar comparten protagonismo con los mejores vinos de España, Portugal, Francia, Italia y Argentina”, sostuvo McLean.
Según el argentino, quien es el que empujó en llevar adelante esta idea del Bar de Vinos -acompañado por Clérici-, la inversión de este proyecto ronda los US$ 400.000.
“Solo en importación de vinos, que son absolutamente exclusivos de Bar de Vinos, porque son etiquetas que no vas a encontrar en ningún otro lugar de Uruguay, hay unos US$ 250.000. Y solo en decoración, en diseño, en la estética del lugar, hay invertidos unos US$ 150.000”, puntualizó McLean.
Según el emprendedor argentino, luego de una importante inversión en la bodega de pueblo Garzón -que estuvo por encima de los US$ 2 millones-, todos los esfuerzos para hacer de Bar de Vinos un lugar único y diferente bien valían la pena.
“Se trata de un lugar en el que hay unas 60 etiquetas de alrededor de 8.000 vinos importados exclusivos, más un número muy similar de etiquetas de vinos uruguayos que son íconos y vinos que expresan los diferentes terroirs del país”, señaló McLean, agregando que los precios de las copas oscilan entre $ 250 y $ 600.
Todo esto acompañado además por una gastronomía de tapeo, que servirá de equilibrado maridaje pero que no le quitará protagonismo a lo que verdaderamente importa en Bar de Vinos: que el paladar llegue a la cima del sabor.