De 25 países de América, Uruguay tiene el 9º lugar, Brasil tiene el lugar más alto en la región y es el 2° más complejo a nivel mundial. Argentina, Bolivia, Colombia, y México también están en los primeros diez lugares a nivel mundial.
Cuando se trata de cumplimiento financiero y declaraciones fiscales, Uruguay es el 29° país más complejo del mundo, de acuerdo con el Índice de Complejidad Financiera 2018 de TMF Group. La segunda edición de la clasificación anual del proveedor líder de servicios de negocio y de cumplimiento global clasifica a 94 jurisdicciones del mundo basándose en la facilidad para cumplir con las regulaciones contables y fiscales locales.
Mientras que China tomó el primer lugar, América Latina es una región que tiene un papel prominente en el índice de este año con Brasil (2), Argentina (5), Bolivia (7), Colombia (8) and México (9) todos juntándose dentro de los primeros 10 lugares a nivel mundial.
Dentro de los países de las Américas, Uruguay tiene el 9° lugar de 25, con una clasificación de menos complejo que Guatemala (25) y Ecuador (28), pero más complejo que El Salvador (32) y Paraguay (33).
Para determinar las clasificaciones, los expertos contables y fiscales de TMF Group usaron cuatro parámetros ponderados de complejidad, considerando las reglas contables y tributarias y las regulaciones de las diferentes jurisdicciones y los riesgos asociados al incumplimiento.
Los recientes cambios en las regulaciones de Uruguay han mostrado retos notables en los negocios en el país en términos de cumplimiento financiero.
“Aunque Uruguay ha mejorado, digitalizado y simplificado muchos aspectos de los requerimientos de declaraciones y contabilidad, aún hay obstáculos para las compañías que hacen el cumplimiento en este país un proceso que consume tiempo, y en el que las empresas en el país necesitan estar al día”, explicó Pablo González Coló, Managing Director de TMF Uruguay.
En particular los cambios relacionados con los esfuerzos del país para adoptar normas internacionales en esta área como el Estándar Común de Reporte (CRS por sus siglas en inglés) y el registro del Beneficiario Final (UBO por sus siglas en inglés) han conducido a nuevos requerimientos para las empresas.
“Estos son cambios que muchos países en el mundo han implementado recientemente, o que están en proceso de implementación, y Uruguay no es la excepción”, agregó González Coló.
Mientras la relativa complejidad del país en contabilidad y términos fiscales pueden plantear algunos retos para los negocios, en general Uruguay ha probado ser un lugar atractivo para la inversión extranjera. Asimismo, también se debe estar muy atentos a los cambios normativos como es el caso de la reforma de la ley de Zonas Francas.
“Pocos países en la región pueden igualar la estabilidad política de Uruguay, su solido historial de crecimiento económico sostenido, y el mantenimiento de un marco económico que respalda a los inversionistas y proporciona una base para el desarrollo del negocio. Este es un marco que ha sido muy exitoso, y que esperamos se mantenga durante el siguiente ciclo electoral independientemente de quien resulte ganador”, concluyó González Coló.