3M quiere crecer 30% en el año de su 30 aniversario en el mercado uruguayo

Quién más, quién menos, en su casa o lugar de trabajo utiliza alguno de los miles de productos de la compañía 3M, y seguramente muchos otros sin saberlo. Es que la compañía lleva 30 años en Uruguay (hará un fiestón la semana que viene) donde presentarán algunas de las novedades para el mercado este año, en el que proyectan crecer un 30%, tal como nos comentó Soledad Arocena, gerenta comercial de la compañía. Entre los productos que se esperan lanzar en el año hay unos cuantos muy novedosos en el área de la salud.

También estarán presentando la nueva línea de miniproyectores, segmento en el que les ha ido muy bien. “Fuimos el país que más creció en Latinoamérica con este producto” nos confió Soledad, quien también nos tiró algún datito interesante como en el 2010 se vendieron 16 millones de hojas de Post-iT, uno de los productos más famosos de la compañía. El portfolio de 3M en Uruguay se compone de apenas un 10% de los 60.000 productos que la compañía maneja a escala global, que además cada año suma 500 nuevos desarrollos en distintas áreas. En Uruguay se venden productos para las áreas de consumo masivo y oficinas, seguridad ocupacional, gráfica (el 90% de las rutas tienen reflectivos de 3M), cintas para empaque, productos hospitalarios, y para la industria eléctrica y de telecomunicaciones. En Uruguay factura unos US$ 8 millones por año, tiene 20 empleados directos y más de 30 distribuidores.

Grupo RAS invertirá 40 millones de dólares para su proyecto ferroviario (siete locomotoras y 175 vagones)

(Por Mathías Buela) El proyecto del Ferrocarril Central surgió como una de las condiciones impuestas por la finlandesa UPM para instalar su segunda planta en el país, con el objetivo de tener una vía directa que la conecte al puerto de Montevideo. Mucha agua ha corrido bajo el puente y el proyecto ya se encuentra en fase de pruebas esperando para quedar 100% operativo. Sin embargo, UPM realizará seis viajes diarios (entre 21 y 31 viajes semanales), lo que deja capacidad ociosa para que otras empresas utilicen la infraestructura ferroviaria. Una de las primeras en decir “¡Yo quiero!” fue Grupo RAS.