No es ninguna novedad que el vino uruguayo viene posicionándose en el mundo desde hace años por su sabor y calidad, cualidades que se sostienen a través de una producción natural acompañada por la más alta tecnología que permite, además, garantizar la trazabilidad de la uva.
La novedad es que ahora, según informó el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INAVI), en 2023 más del 30% de la producción vitivinícola uruguaya contará con certificación del Programa Nacional de Vitivinicultura Sostenible y unas 30 bodegas estarán habilitadas a identificar sus vinos con el sello Sustainable Winegrowing Uruguay Certified, a cargo de LSQA (LATU + Quality Austria).
De acuerdo con el informe, 162 viñedos serán certificados este año, lo que representa 1.846 hectáreas de viña y 31% del total plantado en el país.
En términos de exportación, en lo que va de 2023 Uruguay lleva comercializados más de US$ 6 millones de vino, de los que US$ 3.5 millones fueron a Brasil y más de US$ 1.5 millón a Estados Unidos, además de otros destinos importantes como Reino Unido, Polonia y México.
Los vinos uruguayos, que constantemente obtienen premios internacionales, han crecido en calidad porque han reforzado el uso de la tecnología aplicada a la producción sustentable, lo que permitió que todos los establecimientos vitivinícolas se encuentren georreferenciados.
“El objetivo del programa es transparentar los procesos de producción de la uva con la cual se elaboran los vinos y garantizar al consumidor que ha seguido protocolos de producción que buscan el cuidado del medio ambiente, las condiciones del trabajo y la obtención de materia prima inocua, sin descuidar la viabilidad económica de los emprendimientos, bases fundamentales que encierra el concepto de sostenibilidad del proceso productivo”, explica el informe del INAVI.
Gracias a esto los vinos uruguayos están logrando avanzar en estándares de sostenibilidad con una certificación que garantiza la trazabilidad y el cumplimiento de los procesos preestablecidos.
El Programa Nacional de Vitivinicultura Sostenible busca fomentar una viticultura respetuosa del medio ambiente, alentando prácticas de manejo más cuidadosas, que disminuyen el impacto sobre el entorno, maximizando además los de salud y seguridad en las condiciones de trabajo.